Chávez lector consecuente.

"Desarrollé temprano el hábito de leer y leía todo cuanto llegaba a mis manos, disfrutaba de la lectura, el dibujo, los colores y la naturaleza; tanto como los cuentos imaginarios de Mamá Rosa. En mi vida de adulto y de presidente, volví a los llanos y a la selva, dibujaba cada vez que me dejaba el poder. A José Vicente Rangel, le dije : "Éste hombre se encierra a leer, a pintar, a cantar, a revisar documentos, proyectos , expedientes, carpetas y puntos de cuenta. En la Academia Militar Pérez Arcay decía: "Ha leído y lee tanto que yo creo que lo hace verticalmente". Siempre recuerdo mi infancia con mucho placer...en poemas, reportajes, entrevistas, todo se lo debo a Mamá Rosa que nutrió la imaginación, con la misma aplicación que alimentaba. Recuerdo a mi tío Marcos, que me daba todo su aliento para pintar y me compraba papeles, cartulinas especiales y tizas de colores , cuando volvía de Barinas me traía regalos, revistas y nunca faltaban los materiales para alimentar la fantasía...Todo sigue presente, todos los elementos que podían componer mi ambiente de felicidad sin lujos. Adoro la educación; los juegos, los frutales, las flores, los animales , los olores de las yerbas buenas y de las plantas que Mamá Rosa sembraba para las comidas... la atención cariñosa de ella y la gran libertad para compartir, imaginar, dibujar, jugar y disfrutar; adoro los famosos dulces de araña. Fuimos unos niños pobres, pero muy felices, la casa era bonita, con una cocina muy amplia donde Mamá Rosa siempre estaba trabajando - tenía un patio tan grande que para mí era el mundo-, todo el mundo. Allí, lo tenía todo y aprendí a caminar, a conocer la naturaleza, los árboles, cómo salían las flores y luego las frutas. Aprendí a comer naranjas, piñas, semerucas, el ciruelo y el mango. Había aguacates grandotes y también mandarinas y toronjas, sembré maíz y supe cómo se cosechaba y se cuidaba durante el invierno y cómo se hacía la cachapa. El nuestro era un patio de ensueños, todo un universo. En verdad uno nace varias veces, uno vive varias vidas. Cuando vuelva elegiré ese maravilloso hogar, donde encontré mi destino". -Hugo Rafael Chávez Frías. Mi casa fue mi mundo.