Los Efectos del Rentismo en la Estructura socioeconómica venezolana y su sustitución por un modelo productivo diversificado. The Effects of Renism on the Venezuelan Socioeconomic Structure and its Substitution for a Diversified Productive Model..
Víctor Palacios Vargas
Unidad de Investigación y Postgrado del Colegio Universitario
de Caracas. Caracas-Venezuela.
victorpv2914@gmail.com
Resumen
En el presente
trabajo, se estudian algunas causas y
consecuencias de la dependencia rentística petrolera del Estado y la sociedad venezolana en
general durante las últimas ocho décadas del siglo XX y los quince años que corren del XXI, en términos cuantitativos y
cualitativos a partir del análisis de las fuentes oficiales y se formulan algunas líneas de acción en términos
socioeconómicos y educativos destinadas a aminorar dicho sometimiento y a su
vez que permitan fomentar alternativas no rentísticas en el modo de vida de la
población inscritas en la satisfacción
de sus necesidades sin comprometer el necesario equilibrio entre los seres
humanos y la naturaleza que, en última
instancia constituye factor fundamental para lograr el bienestar y la salud
integral de la sociedad venezolana. Para analizar la concepción del desarrollo
fundamentado en el extractivismo desenfrenado, donde el Estado es el centro de
todo y la sociedad venezolana un conglomerado morfológicamente sojuzgado y
sometido a la tiranía de aquel, que sólo podría liberarse con una audaz
reorganización, en lo social, productivo y del recurso humano destinado a
transformar lo existente en una forma de vivir donde el desarrollo sea
expresión de la síntesis dialéctica
entre el Estado, la
Sociedad y la
Naturaleza, se
recurre, entonces, en términos metodológicos al Materialismo histórico como
Método de análisis, no como dogma rígido, sino como abstracción flexible.
Palabras claves: Estado, Sociedad, Renta, Economía,
Educación
Introducción
La presente investigación es parte constitutiva de un
proyecto en proceso que el autor lleva a cabo dentro de una Línea mayor
denominada “El Rentismo y su incidencia en la Educación universitaria en
Venezuela siglos XX y XXI” desde 2008 en forma independiente y a partir de 2014
adscrita a la Unidad de Investigación del Colegio Universitario de Caracas.
Dicha línea es coordinada por el economista y docente César Burelli Valero.
Ahora bien, El interés central que se persigue
en el presente trabajo es, en primer lugar, puntualizar como a partir de
1926, cuando los ingresos de origen petroleros al constituirse en el principal
soporte del erario público, irradiarán la dinámica económico-social de
Venezuela hasta transformarla en una sociedad
dependiente en forma casi absoluta de tal ingreso que en forma de
renta todavía persiste y tiene presencia
decisiva en la vida nacional con los atributos y perturbaciones que ello
conlleva, y en segundo lugar,
proponer una sustitución de ese modelo rentista por uno de producción diversificado,
fundamentado en un cambio de paradigma en términos agroalimentarios(*)
I. ORIGEN Y NOCIÒN DE LA RENTA.
El
término Renta se relaciona con las
sociedades, cuya estratificación está determinada por la división en clases consecuencia de la propiedad
privada de los medios de producción. Su origen se remonta a las sociedades
agrarias mesopotámicas, crece su importancia en la época medieval, se fortalece
con la fase comercial del capitalismo y entra en contradicción con la época
industrial, para retomar fuerza en los países dependientes de contenido minero
exportadores del siglo veinte y lo que
corre del veintiuno, hasta llegar a la actualidad donde tiene fuerte presencia
en las economías de rasgo neoliberal donde los mercados inmobiliario y bancarios
derivan en especulación comercial y financiera.
(*). Para la preparación de esta investigación se contó con
el apoyo de la economista Vitzenay Palacios R. en la elaboración y lectura
de datos estadísticos. La abogada
Zenaida Rodríguez Herrera facilitó la
comprensión de las claves semánticas del
andamiaje jurídico-político del Poder en Venezuela. A los compañeros de la Unidad de Investigación del
Colegio Universitario de Caracas, se les agradece su solidaridad y auxilio en el manejo de las
tecnologías de Información y Comunicación donde somos poco diestros. No
obstante lo anterior, las omisiones y errores del mismo son de exclusiva
responsabilidad del autor.
Desde la perspectiva de la
sistematización teórica, la renta
comenzó a estudiarse en Inglaterra en el siglo XVII asociándola al factor
tierra, y se entendía como el pago al propietario de un predio por el uso que
hace del mismo un tercero. Por supuesto esta concepción primigenia de la renta
trascendió con el tiempo las fronteras
de lo puramente jurídico-económico y en la actualidad se inserta en
varias esferas del campo económico-productivo.
No obstante la ampliación de la
aplicabilidad de dicha noción, en esencia, persiste la concepción según
la cual, se trata del cobro por el arrendamiento de una propiedad. En ese
sentido, es apropiado hablar de renta, renta de la tierra y renta petrolera en
Venezuela.
El origen de la renta en
Venezuela se inscribe en la tradición
monárquica peninsular que se reservaba la propiedad, el dominio y disposición
de las zonas conquistadas o descubiertas. En ese sentido, con la ruptura del nexo colonial y constituirse la república, el Estado asume
el control de los recursos del subsuelo y como los hidrocarburos, son recursos
naturales, por extensión son patrimonio público. Por tal razón, al comenzar y
desarrollarse la actividad comercial
petrolera a finales de la segunda década del siglo XX hasta la actualidad, es
el Estado el receptor de los recursos derivados de dicho negocio.
El petróleo genera renta al Estado venezolano,
en la medida que los elevados ingresos
que se perciben no son consecuencia de los costos de producción internos, sino
más bien, se derivan de la apropiación de parte del plusvalor generado por los trabajadores de
los países industrializados que Venezuela cobra como impuesto directo e
indirecto en su condición de propietario del subsuelo y del recurso petrolero,
es decir, se trata de una renta
internacional como bien lo afirma el economista y estudioso del tema petrolero
Asdrúbal Baptista Troconis.
II. EFECTOS DEL
RENTISMO EN LA
ESTRUCTURA NACCIONAL
El efecto de la dependencia
rentista constituye una constante en el devenir histórico venezolano
desde una perspectiva estructural, es decir, una visión en la que todos los
órdenes de la vida nacional están determinados en forma directa e
indirectamente por la renta petrolera.
Ciertamente, nueve años después de haberse iniciado la explotación comercial de los
hidrocarburos por las empresas foráneas, sobre todo anglo-holandesas al principio, y luego con preponderancia norteamericana, el Estado
venezolano que históricamente dependió de los impuestos de las exportaciones agropecuarias, se
constituyó a partir del año 1926, en básicamente, dependiente de los ingresos
por efectos de regalía e impuestos a la explotación e importación petrolera
como se aprecia en la tabla número 1
Comportamiento de las Importaciones y Exportaciones de
Venezuela entre el período 1918 – 1938 (Expresadas en bolívares)
Año
|
Importaciones (Bolívares)
|
Exportaciones no Petroleras (Bolívares)
|
Exportaciones Petroleras (Bolívares)
|
Exportaciones Totales (Bolívares)
|
1918
|
79.968.937,00
|
99.994.473,00
|
2.674.380,00
|
102.659.153,00
|
1919
|
186.030.106,00
|
256.077.278,00
|
2.591.471,00
|
258.668.749,00
|
1920
|
315.172.788,00
|
167.364.480,00
|
3.279.676,00
|
170.644.156,00
|
1921
|
95.508.366,00
|
121.807.918,00
|
11.751.965,00
|
133.559.883,00
|
1922
|
100.816.361,00
|
122.129.677,00
|
15.714.676,00
|
137.844.353,00
|
1923
|
152.692.314,00
|
127.991.129,00
|
28.713.067,00
|
156.704.196,00
|
1924
|
215.924.667,00
|
147.972.565,00
|
65.513.869,00
|
213.486.434,00
|
1925
|
303.672.812,00
|
192.502.230,00
|
137.496.789,00
|
329.999.019,00
|
1926
|
412.382.176,00
|
148.799.585,00
|
246.603.668,00
|
395.403.253,00
|
1927
|
363.589.028,00
|
163.299.610,00
|
280.815.193,00
|
444.114.803,00
|
1928
|
416.612.512,00
|
142.612.714,00
|
466.942.248,00
|
609.554.962,00
|
1929
|
452.851.990,00
|
184.950.191,00
|
590.609.896,00
|
778.506.087,00
|
1930
|
363.858.455,00
|
128.439.012,00
|
634.055.220,00
|
762.494.232,00
|
1931
|
210.758.492,00
|
103.846.184,00
|
547.771.863,00
|
651.618.047,00
|
1932
|
153.458.091,00
|
96.623.705,00
|
531.635.466,00
|
628.259.171,00
|
1933
|
143.587.574,00
|
64.337.065,00
|
553.209.618,00
|
617.546.683,00
|
1934
|
159.968.860,00
|
62.447.780,00
|
606.495.106,00
|
668.942.886,00
|
1935
|
225.193.717,00
|
62.394.155,00
|
649.335.346,00
|
711.729.501,00
|
1936
|
211.590.300,00
|
81.236.972,00
|
684.235.394,00
|
765.472.366,00
|
1937
|
304.633.681,00
|
101.420.679,00
|
770.042.101,00
|
871.462.780,00
|
1938
|
311.871.006,00
|
59.973.563,00
|
828.264.320,00
|
888.207.883,00
|
Fuente: Anuario
estadístico de Venezuela, citado por Carrillo Batalla, Tomás E, (2004). Cuentas
Nacionales de Venezuela 1915-1935. Caracas: ediciones del Banco
Central de Venezuela, p 318. Rodríguez Luis Cipriano, (1983). Gómez: Agricultura, Petróleo y
Dependencia. Caracas: Trópykos, p 127. Gráfico
Elaborado por el autor.
|
Tabla
No 2
Importaciones y exportaciones F.O.B entre
1940 y 1980
(Expresado en millones de dólares)
Año Importaciones Exportaciones Exportaciones Exportaciones
Totales No petroleras Petroleras. Totales.
1940 98 16 262 278
1950 533 31 1124 1.155
1960 1.152 198
(*) 2.149 2.347
1965 1.355 177 (*) 2.305 2.482
1970 1.713 260 (*) 2.496 2.756
1975
5.472
482 (*)
10.635
11.117
1980
10.877 974 (*) 18.301 19.275
____________________________________________________________________
(*), Incluidas las exportaciones de hierro.
Fuente: Ramón Veloz. Economía
y Finanzas de Venezuela (desde 1830 hasta 1944); Banco Central de
Venezuela. Informes Económicos; Ministerio
de Hacienda. Memorias; Petróleos de
Venezuela (PDVSA). Informe de Gestión. Tabla
elaborada por el autor.
A partir de aquel momento, lo que aparentemente para muchos
venezolanos, fue un hecho fortuito, con
la aparición del petróleo, se tradujo por la importancia de este combustible
que desplazó las formas de energía conocidas y usadas hasta el momento en la
producción industrial a gran escala, en una nueva fuente de ingresos para el
fisco nacional, ajena a los
tradicionales del país; por esta razón, Venezuela, súbitamente, se
convirtió en área apetecida y confrontada por las corporaciones
extranjeras del petróleo con el fin de
explotar ese recurso en suelo patrio.
Ahora bien, la renta en sí, no constituye un defecto o
anomalía en la sociedad venezolana, al contrario, son ingresos útiles, necesarios
y obligatorios que percibe el fisco. Más aun, tales ingresos han
permitido transformar a Venezuela en una nación moderna. Los cambios desde la
aparición de este recurso como soporte del fisco nacional son evidentes, y ello
en gran medida se debe al ingreso petrolero por vía de la renta. No se trata de
una maldición o “excremento del diablo”
como lo afirmó Juan Pablo Pérez Alfonzo, menos que constituya la causa y razón de nuestros desajustes
estructurales como lo insinuaba Arturo Uslar Pietri en sus disertaciones
públicas.
El problema es que la renta petrolera en Venezuela, ha sido usada, mayormente, como gasto
corriente o para financiar inversión del sector terciario de la estructura
económica del país. Esa orientación del gasto, ha dado lugar, a un continuo
crecimiento del sector laboral público y
a un acelerado incremento del gasto en
importaciones de bienes y servicios que
cuantitativamente son menos costosos que producirlos internamente; en ese
sentido los gobiernos, incluidos los bolivarianos se han limitado a recibir las
divisas por efecto de la renta y suplir de recursos al sector importador, tanto
privado como público, para satisfacer
las necesidades de la población en continuo crecimiento con las deformaciones,
privaciones y privilegios que ocasiona
tal ejercicio.
Nuestros quebrantos socioeconómicos, tienen, su fundamento en
ese círculo vicioso del ingreso y el gasto descrito en el párrafo precedente,
razón por la cual , una de las formas para
superar los atrasos y dificultades recurrentes en la estructura
nacional, es modificando la orientación
del gasto, convirtiéndolo en incentivo a la inversión productiva que permita
disminuir la dependencia casi absoluta de la renta, diversificar la producción
interna, aumentar el empleo formal en el
aparato productivo y sincerar la nómina
Pública.
En ese sentido
La estructura socioeconómica y cultural de Venezuela, desde 1926 cuando los ingresos de
origen petrolero superan al resto de las fuentes de ingreso del erario público,
va a ser impactada en forma
determinante, a través de los siguientes aspectos:
1. El Estado se constituirá a
partir de aquel momento en el centro motriz de la recepción, uso y distribución
de los recursos para satisfacer las necesidades de la población nacional.
2. El gasto público
progresivamente se va incrementando, orientado hacia el gasto corriente en
detrimento de la inversión y el incentivo al sector privado para la generación
de los bienes y servicios que la
población requiere.
3. La migración campo-ciudad, que
se inició en paralelo con la explotación petrolera dio lugar a que en algo más
de tres décadas, Venezuela se convirtiera en un país urbano, hecho que en otras regiones o países
requirió siglos. Dicha migración produjo: por una parte, un abandono masivo del
campo y con ello una disminución de la actividad agropecuaria y, por la otra un
violento crecimiento de los centros urbanos
en forma indiscriminado y sin planificación, lo cual generó graves
deformaciones en materia de servicios, uso de recursos, contaminación sónica y
ambiental y desde luego contribuyó decisivamente a la desequilibrada
distribución espacial de la población.
4. La renta petrolera cada vez
mayor, dio lugar a que desde la perspectiva de la Administración Pública, se
diera inicio y masificara con el transcurrir del tiempo, la proliferación de ministerios
y entes del Estado a fin de promover la oferta de servicios y garantías a la
población. En efecto, de cuatro Secretarías
-como se les denominaba hasta 1904
a los ministerios- se fueron
incrementando hasta treinta y dos como
existen en la actualidad, con lo cual el Estado, comenzó a competir y sustituyó
en el largo plazo al sector privado como el principal soporte de la demanda de fuerza laboral en el país.
5. Derivado de la progresiva fortaleza
financiera del Estado por efecto de los ingresos fiscales petroleros, también
impactarán la actividad productiva y de consumo del país, en la medida que al
disponer de abundantes recursos, desde las esferas oficiales se procederá a
incrementar la oferta de bienes y servicios en el mercado interno, solo que,
con el despoblamiento rural y las políticas cortoplacistas en materia
productiva, se generó una brecha, cada vez mayor entre la oferta y demanda , en
la medida que la población producto del mejoramiento de la salud, mediante la
erradicación de pandemias y endemias, crecerá proporcionalmente con mayor ritmo
que la oferta de bienes y servicios producidos internamente, hecho que obligará
al Estado a satisfacer la demanda con importaciones, al principio
selectivamente y en la actualidad masivamente de rubros de consumo masivo e
insumos industriales, dando lugar así, a
lo denominado por el Dr Domingo Alberto Rangel como la “Economía de
Puerto”, es decir por los Puertos salen los hidrocarburos, pero también por
ellos entran masivamente las numerosas importaciones (véase gráfico número 1).
Esta deformación de la producción y del consumo, se ha hecho más evidente desde
principios de los años ochenta del siglo veinte y los quince de lo que corre del presente siglo.
Fuente: BCV, Misterio de Hacienda, Ministerio de Finanzas, PDVSA. Gráfico
Elaborado por el autor.
III. ¿COMO SALIR
DE LA DEPENDENCIA RENTISTA, SIN DEJAR LA CONDICIÓN DE EXPORTADOR PETROLERO? ¿ES
VIABLE UN MODELO SUSTITUTIVO DEL RENTISMO PETROLERO?
La propuesta de
reorientación del gasto ha sido
un caballo de batalla, de gran parte de los proyectos ideo políticos en la
Venezuela reciente y actual. Solo que, como afirma la conseja popular “del
dicho al hecho hay mucho trecho” y, sin negar los esfuerzos de algunas administraciones del puntofijismo
en esa orientación y la descomunal
inversión direccionada hacia lo social
por las administraciones Chavista-Maderista a fin de sacar del ostracismo
político-social a densos sectores populares
que estuvieron históricamente al margen de la protección y beneficio de
los proventos que genera el Estado, debe afirmarse que, tanto el “Plan de la
Patria” fundamento teórico de la administración Bolivariana, como la oferta
programática de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que agrupa a un vasto sector de la oposición,
coinciden en una concepción del desarrollo fundamentada en el incremento de la
explotación de hidrocarburos, cuya meta es aumentar las exportaciones
anualmente hasta llegar en el año 2019 a
6.000.000 de barriles diarios (Terán Mantovani.2014, cap. III). Es decir más extractivismo, monoproducción,
dependencia externa, contaminación, deterioro del medio ambiente, en otras
palabras más rentismo.
No se trata de hacer un cambio en el patrón productivo a
partir de una expansión exagerada del gasto público o como diría coloquialmente
nuestro pueblo “a realazo” como lo intentó
sin éxito el primer gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés
Pérez. Por el contrario , es necesario
recurrir a un modelo consustanciado con
nuestras características socioculturales que recoja lo atractivo, novedoso y
aplicable de las practicas ancestrales de la dinámica productiva comunal, cuya
esencia de socialización tanto en el trabajo como en la producción constituyen
las bases de un ejercicio socio productivo solidario, distributivo y equitativo combinándolo con los avances
tecnológicos relativos a la producción, distribución y satisfacción oportuna de
los requerimientos de la población nacional.
Ahora bien, si bien es cierto que el cambio de patrón
productivo, necesariamente debe inscribirse en la ruptura con el modelo
capitalista de economía de marcado y de propiedad privada de los medios de
producción, lo cual implica un cambio de paradigma donde la socialización de la
economía sea la meta a mediano y largo plazo, no es menos cierto que ello
implica un proceso de cambio estructural y para tal efecto sería necesario
formular líneas generales en los ámbitos políticos, sociales, culturales,
militares, administrativos, educativos y por supuesto económicos y como tal
propósito escapa de los alcances de esta investigación, limitaremos, entonces,
la propuesta a delinear, dentro del campo económico productivo, algunas
propuestas en el área agroalimentaria.
En ese sentido, algunos aspectos a tomar en cuenta para
implementar un modelo sustitutivo o alternativo sustentable desde la
perspectiva agroalimentaria, son los siguientes:
A. Variable de largo plazo: reordenamiento
geoespacial del país, protegiendo las zonas vulnerables (cordillera centro
norte costero).
Como se ha dicho, con
la aparición del rentismo como fundamento motriz de la economía venezolana, se
configuró en algo más de treinta años (1926-1958), un fenómeno poblacional que
necesitó siglos en otras regiones y
países, como lo fue el tránsito de lo
mayormente rural a lo predominantemente urbano. En efecto, a partir del año
1926, cuando los ingresos de origen petrolero, superaron al resto de los ingresos de divisas, apenas transcurrieron treinta y dos años, lapso en el cual la población
nacional tuvo un proceso de transformación geoespacial evidente, donde regiones
tradicionalmente despobladas se constituyeron en áreas atractivas al proceso migratorio interno, en detrimento
de otras, o simplemente se fortalecieron desde el punto de vista de la densidad
poblacional hasta convertirse la nación
en mayormente urbana, con las secuelas que ello conlleva, en la medida que tal
fenómeno se produjo desorganizadamente y sin planificación estatal. Generando
así, un desequilibrio en la distribución espacial de la población, acentuándose
progresivamente, según las cifras
arrojadas por los sucesivos censos de población.
Según el XII censo
realizado en 2011, la región norte
costera (Estados con acceso directo al mar, exceptuando Delta Amacuro)
concentra el 59.8 % de la población, con apenas el 18.1 % del territorio, en
tanto que la región sureste que cubre el 50.1 % de la totalidad del
territorio, apenas posee un discreto
6.35% de los habitantes del país. lo anterior queda reforzado cuando se observa
que de las cuarenta ciudades con más
de 150.000 habitantes, treinta y cuatro
se encuentran ubicadas en la región norte costera. Finalmente, la distribución
administrativa del territorio que data de mediados del siglo XIX, con ligeras
reformas a principios del siglo XX, también refleja, la anterior disparidad, en
la medida que en el 22.4% del territorio, se encuentra el 62.5% de capitales de
Estados (quince capitales), con sus respectivas unidades administrativas que
requieren de un número elevado de burócratas y en general trabajadores al
servicio del sector público.
Tabla No 3
Distribución espacial
de la población venezolana, según el Censo 2011
Región
|
% Territorio
|
% Población
|
Norte - Costera
|
18,10
|
59,80
|
Central
|
31,80
|
33,85
|
Sureste
|
50,10
|
6,35
|
TOTAL
|
100,00
|
100,00
|
FUENTE:
Censo 2011. Gráfica elaborada por el Autor.
|
Esta distribución, marcadamente desequilibrada, es
indispensable proceder a disminuirla progresivamente, mediante la aplicación de
políticas atractivas de reordenamiento demográficos, para lo cual es
necesario desconcentrar parte de las
funciones y servicios del poder central hacia las regiones y localidades, dando
así lugar a una disminución de la numerosa burocracia concentrada en la capital
de la república y principales ciudades de la misma y también permitiría
abaratar los costos de transporte, aminorar el deterioro ambiental con sus
secuelas de erosión de los suelos,
contaminación de las corrientes de agua y
sónica, poblar las zonas fronterizas, aprovechar las tierras fértiles
para incrementar la producción, hacer uso racional de los recursos hídricos y
naturales y en general aumentar la calidad de vida de las regiones.
B. Variable de mediano plazo: Incrementar el número de instituciones
educativas con orientación agropecuaria en las áreas rurales y fomentar la
producción en unidades medianas y pequeñas, donde lo determinante sea la
intensidad y no la extensión (es decir producción intensiva y no extensiva).
A raíz del impacto petrolero en nuestra dinámica
socioeconómica, según las estadísticas oficiales, en la producción agroalimentaria, se inicia un proceso de disminución porcentual
en el crecimiento, al extremo que después de ser un país predominantemente
agroexportador, con plena satisfacción del consumo interno, con el tiempo, la
capacidad productiva, cubre menos las necesidades internas. En ese
sentido, los esfuerzos por revertir
aquella situación y promover la producción no petrolera, fortaleciéndola con la
introducción de rudimentos tecnológicos ha sido una preocupación discontinua y a veces
contradictoria de la dirección del Estado.
En el caso de la
formación del recurso humano, desde la administración gomecista hasta la
bolivariana, se han invertido apreciables recursos financieros para promover,
actualizar y redimensionar la concepción teórico-práctica del agro venezolano, al principio , se limitó a
la formación de la destreza práctica,
mediante la creación de escuelas formadoras de los antiguos Peritos
Agropecuarios, luego se instauraron los estudios universitarios de tales áreas,
al inicio en forma restringida, pero, a partir de la década del setenta, al
desaparecer las escuelas técnicas, se
agregan a las universidades tradicionales, nuevas instituciones de enseñanza
superior, como las universidades experimentales
politécnicas y los Institutos y Colegios Universitarios con lo cual se
aumenta la oferta de formación de tecnólogos en el campo agropecuario y
agroalimentario.
Ahora bien, tanto los enfoques,
mayormente divorciados de la realidad, a veces contrariando y rechazando practicas ancestrales relativas al cultivo y
la cría, centrados en teorías y técnicas orientadas, básicamente a la producción extensiva con
orientación al mercado capitalista y en fin a una filosofía privatista y acumulativista
de capital, así como la ubicación geoespacial de tales instituciones,
establecidas fundamentalmente en áreas urbanas o aledañas a estas, generan poco
vínculo con las necesidades y realidades del campo agrícola venezolano.
Es ilustrativo que en
la oferta académica presentada por la Oficina de planificación del sector
universitario (OPSU) para el año 2015, de las 107 escuelas, núcleos, aldeas y
en fin centros de docencia universitaria que ofrecen estudios relativos a las Ciencias del Agro
y del Mar, el 65% de dicha oferta se encuentre ubicada en capitales de
Estado, pero lo más insólito es que el 87,4% de
esos centros de Estudios están en perímetros urbanos cuyas poblaciones
superan los 70.000 habitantes, cuando lo lógico, es que tales centros de
enseñanza, debían instalarse en pueblos caseríos y aldeas donde el eje de
la actividad económica, es precisamente
la agricultura, ganadería y pesca.
Tabla No 4
Distribución espacial
de las Instituciones Universitarias venezolanas con estudios del Agro y el Mar,
año 2015
Región
|
% del Total
|
% Instituciones en Capitales de
estado
|
Norte - Costera
|
31,80
|
13,08
|
Central
|
58,85
|
43,92
|
Sureste
|
9,35
|
8,41
|
TOTAL
|
100,00
|
65,41
|
FUENTE:
O.P.S.U. 2015. Gráfica elaborada por
el Autor.
|
Para evitar la concentración de instituciones educativas con
orientación agropecuaria en regiones altamente pobladas con poca disponibilidad
de espacios destinados a ensayar las novedades teórico-prácticas, es necesario
entonces, reubicar las instituciones existentes y crear otras en aquellos
espacios rurales propicios para ejecutar las directrices de un paradigma formativo-productivo que asuma las
debilidades, virtudes y prácticas históricas en materia agroalimentaria
combinándolas con las innovaciones tecnológicas en materia de productividad, no
para direccionarlas al mercado capitalista sino con el fin de producir aquellos
insumos , frutos y productos apropiados a nuestras realidades y necesidades,
siempre atendiendo al equilibrio tridimensional de necesidad-consumo-medio ambiente.
En esa orientación, es prioritario, la creación de Escuelas
granjas, destinadas a la enseñanza de la agricultura, ganadería, apicultura,
piscicultura y por la otra, a la recepción de conocimientos mecánicos, no solo
para resolver desperfectos en los instrumentos técnicos de producción, sino
sobre todo, para apuntalar la construcción y ensamblaje de los mismos,
disminuyendo con ello la dependencia tecnológica.
Por otra parte, es necesario romper en forma definitiva con
el Latifundio, poco productivo, que si bien es cierto, ha venido descendiendo
progresivamente desde 1950 cuando el 55,8 % de la proporción de la superficie
agrícola lo constituían fincas latifundistas y apenas un 18,9% eran fincas
medianas y el gobierno institucional de
las Fuerzas Armadas de la época, inscrito en una ideología desarrollista,
promovió una política de industrialización agraria, sobre todo ganadera y
cerealera, modificada posteriormente por la demagogia populista del
puntofijismo, donde unas decenas de
miles de dudosos propietarios consiguieron que el Estado les comprara
con sobreprecio sus “propiedades “ a fin de instaurar una partidizada y
deficientemente aplicada Reforma Agraria.
En pleno proceso
bolivariano, pese a la acertada política de regularización de la propiedad y
estatización de los suelos cultivables para implementar planes agrícolas
orientados hacia la socialización de su tenencia y promoción de programas como
los "Fundos Zamoranos” y las “Cartas Agrarias” cuyos resultados hasta
ahora son precarios; todavía en 2008 existía un 16,48 % de fincas
latifundistas, dentro del total de la superficie agrícola. De modo pues, que
esa rémora surgida en la época colonial y fortalecida después de la guerra
nacional de independencia, debe dar paso a formas de producción de mediana y
pequeña escala donde converjan las distintas formas de propiedad, a saber, la
privada, social y pública.
Tabla No 5
Proporción de superficie Agrícola
total ocupada por fincas medianas (10-999,9 hectáreas) y latifundistas
(mayores a 5000 hectáreas) 1950-2008
Año
|
1950
|
1961
|
1971
|
1985
|
1999
|
2008
|
Fincas medianas
|
18,90
|
25,37
|
31,10
|
39,80
|
50,40
|
56,71
|
Fincas
latifundistas
|
55,80
|
45,10
|
37,60
|
29,00
|
19,30
|
16,48
|
FUENTE: Cuadernos del Cendes. Volumen
30, número 84, diciembre de 2013.
|
C. Variable de corto plazo: ruptura con las roscas de
transporte, almacenamiento y
distribución.
Para que tenga eficacia la
transformación sustancial del modelo productivo agrícola, es necesario,
que la misma esté acompañada de una política coherente de almacenamiento, transporte y distribución de
los mismos con destino al consumidor final.
En ese sentido, en materia de transporte, se debe
aplicar la norma constitucional que prohíbe expresamente toda manifestación
monopólica porque el control particular por una red privada del traslado de uno
o varios rubros agrícolas a las áreas de consumo da lugar a la manipulación de
los precios de los fletes, generalmente encareciéndolos o trasladándolos
selectivamente hacia aquellos consumidores que estén dispuestos a cancelar
mayores precios o que por la densidad de población, el número de consumidores
sea mayor o menor en detrimento de zonas
con ingresos modestos o escasamente pobladas. Para evitar las roscas o
monopolios en el transporte de carga, es indispensable fomentar la creación de
cooperativas de transporte con orientación social. Con márgenes de ganancia
regulados y donde cada unidad se corresponda con un usuario (propiedad comunal)
o propietario individual.
En el caso del Almacenamiento, si bien es cierto que
desde mediados del siglo XX, comenzaron a surgir centros de acopio,
fundamentalmente creados por el Estado; con el tiempo, fueron siendo
desmantelados, abandonados o simplemente transferidos al sector privado, es
necesario entonces, reinstaurar la política de creación de Silos y galpones de
almacenamiento a partir de la capacidad real y futura de cada localidad en
materia de producción o consumo, para lo cual la iniciativa particular, la
organización comunitaria y el apoyo público deben integrase a objeto de
propiciar las áreas y locales adaptados al medio ambiente y al tipo de producto
a almacenar con los márgenes de ganancia regulados que cubra costos, y
beneficios a sus tenedores, que no pueden ser otros que los productores y
consumidores organizados mancomunadamente.
Mientras no se llegue a una sociedad verdaderamente
equitativa, de intereses comunes e igualitarios, es necesario entonces,
proceder a reglamentar el comercio, que al fin y al cabo, es de lo que trata la
distribución en una sociedad capitalista o en proceso hacia el
socialismo, siendo así, algunas de las medidas deben enmarcarse en evitar el
acaparamiento, mediante sanciones severas, eliminar el comercio al mayor,
incluidos los de control oficial como abastos bicentenario, Mercal y Pdeval y
sustituirlos por una red de establecimientos al detal en todo el territorio
nacional donde no existan los intermediarios que encarecen los precios, sino
que de los centros de almacenamiento, el transporte los distribuya en cada
calle, camino, urbanización, caserío y en fin área de consumo.
D. Variable de corto
plazo: financiamiento oportuno y evaluado en forma periódica a fin de verificar
los avances en la ejecución de los planes, programas y proyectos Agro productivos.
Por la información de procedencia oficial, queda en evidencia
que Venezuela, tiene reservas probadas de hidrocarburos para más de una
centuria, y como en el corto y mediano plazo, no se avizora la aparición de
energías que sustituyan a la de origen fósil en la movilización de la
maquinaria industrial, entonces nuestro
país, será por largo tiempo un
exportador de petróleo y por consiguiente, la renta que dicha actividad origina
seguirá teniendo un peso determinante en el gasto público.
En ese sentido, siendo que los ingresos derivados de la renta
los seguirá administrando el Estado,
hasta tanto se evolucione hacia una forma
de organización social donde este desaparezca o deje de constituir el centro de
todo, es por lo que se requiere que los encargados de planificar la inversión pública y
concretamente, la relativa a la producción y satisfacción de bienes y
servicios de origen agropecuario, no
solo promuevan y apliquen un sistema de financiamiento a bajos intereses y a
largo plazo que se inscriban en un plan de socialización del
crédito como lo establece la
“Constitución de la República Bolivariana de Venezuela” y el “Plan de la
Patria”, sino también, establecerse en forma clara, precisa y sencilla, una especie
de tabulador que permita hacer un seguimiento eficaz, al uso adecuado y
progresivo de los fondos que los productores agropecuarios reciban, en forma
oportuna, para desarrollar sus
actividades hasta el momento que los centros de acopio contabilicen
y registren el producto.
EPILOGO
Para finalizar, por ahora, es justo decir que las anteriores
reflexiones no cubren la totalidad de
los efectos del rentismo petrolero, menos el conjunto de alternativas que faciliten una salida a la dependencia
rentista sin dejar de ser un país exportador de hidrocarburos. Es por ello que
en futuros ensayos, se procederá a presentar otras variables que se insertan en
esa dirección, concretamente, se está en fase de recolección de datos para el
estudio cuantitativo y cualitativo del efecto de la política educativa
bolivariana en la conformación, situación actual y viabilidad futura de las
empresas de producción social y las comunas en general como componentes de la
diversidad productiva venezolana.
Para ello hemos
contado con la generosidad de muchos colegas y amigos, pero sobre todo, la
ponderada y receptiva conducta de la profesora Mildred Luces, actual
coordinadora de la Unidad de Investigación del Colegio Universitario de
Caracas, quien, gentilmente nos permitió flexibilizar nuestro horario a fin de
disponer mayor tiempo para indagar en archivos, registros y en fin repositorios
documentales. Sinceramente agradecemos ese gesto, porque honrar honra y,
además, confirma la existencia en
nuestras instituciones universitarias y sus departamentos de investigación, de coordinadores
”jefes” o como se les denomine, que tienen conciencia de la necesidad de
espacio, tiempo y en fin condiciones para que los productores de conocimiento
lo hagan sin la persecución, presión y desplantes innecesarios. Solo falta el
apoyo institucional de las autoridades en forma oportuna, eficaz y regular para
que el producto intelectual se publicite y llegue a los receptores, en este
caso, a la comunidad universitaria y público en general.
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Ingles
Víctor Palacios Vargas
Unit of Research and Postgraduate of the University College of Caracas. Caracas Venezuela.
victorpv2914@gmail.com
Summary
In the present work, we study some causes and consequences of the oil dependence dependency of the State and Venezuelan society in general during the last eight decades of the twentieth century and fifteen years of the XXI, in quantitative and qualitative terms from the analysis Of the official sources and formulate some lines of action in socioeconomic and educational terms aimed at reducing this subjection and at the same time allow to promote non-income alternatives in the way of life of the population enrolled in the satisfaction of their needs without compromising the necessary balance Between humans and nature, which ultimately constitutes a fundamental factor to achieve the well-being and comprehensive health of Venezuelan society. In order to analyze the conception of development based on unbridled extractivism, where the State is the center of everything and Venezuelan society, a conglomerate morphologically subjugated and subjected to its tyranny, which could only be liberated with a daring social, productive reorganization And of the human resource destined to transform what exists in a way of living where development is an expression of the dialectical synthesis between the State, Society and Nature, then, in methodological terms, is used to historical materialism as a method of analysis, not As rigid dogma, but as flexible abstraction.
Keywords: State, Society, Rent, Economy, Education
Introduction
This research is part of a project in process that the author carries out within a major line called "Renism and its incidence in university education in Venezuela in the XX and XXI centuries" since 2008 independently and from 2014 ascribed To the Research Unit of the University College of Caracas. This line is coordinated by the economist and teacher César Burelli Valero.
Now, the central interest that is pursued in the present work is, first of all, to point out, as from 1926, when the petroleum revenue of origin as the main support of the public treasury, will radiate the economic-social dynamics of Venezuela Until transforming it into a dependent society in an almost absolute form of such income that in the form of income still persists and has a decisive presence in the national life with the attributes and disturbances that this entails, and secondly, propose a substitution of that rentier model for One of diversified production, based on a paradigm shift in agri-food terms (*)
Unit of Research and Postgraduate of the University College of Caracas. Caracas Venezuela.
victorpv2914@gmail.com
Summary
In the present work, we study some causes and consequences of the oil dependence dependency of the State and Venezuelan society in general during the last eight decades of the twentieth century and fifteen years of the XXI, in quantitative and qualitative terms from the analysis Of the official sources and formulate some lines of action in socioeconomic and educational terms aimed at reducing this subjection and at the same time allow to promote non-income alternatives in the way of life of the population enrolled in the satisfaction of their needs without compromising the necessary balance Between humans and nature, which ultimately constitutes a fundamental factor to achieve the well-being and comprehensive health of Venezuelan society. In order to analyze the conception of development based on unbridled extractivism, where the State is the center of everything and Venezuelan society, a conglomerate morphologically subjugated and subjected to its tyranny, which could only be liberated with a daring social, productive reorganization And of the human resource destined to transform what exists in a way of living where development is an expression of the dialectical synthesis between the State, Society and Nature, then, in methodological terms, is used to historical materialism as a method of analysis, not As rigid dogma, but as flexible abstraction.
Keywords: State, Society, Rent, Economy, Education
Introduction
This research is part of a project in process that the author carries out within a major line called "Renism and its incidence in university education in Venezuela in the XX and XXI centuries" since 2008 independently and from 2014 ascribed To the Research Unit of the University College of Caracas. This line is coordinated by the economist and teacher César Burelli Valero.
Now, the central interest that is pursued in the present work is, first of all, to point out, as from 1926, when the petroleum revenue of origin as the main support of the public treasury, will radiate the economic-social dynamics of Venezuela Until transforming it into a dependent society in an almost absolute form of such income that in the form of income still persists and has a decisive presence in the national life with the attributes and disturbances that this entails, and secondly, propose a substitution of that rentier model for One of diversified production, based on a paradigm shift in agri-food terms (*)
I. ORIGIN AND NOCIÒN OF THE INCOME.
The term Renta is related to societies whose stratification is determined by the division into classes resulting from the private ownership of the means of production. Its origin goes back to the Mesopotamian agrarian societies, grows in importance in medieval times, is strengthened by the commercial phase of capitalism and contradicts the industrial era, to regain strength in the countries dependent on mineral content exporters of the twentieth century and Which runs from twenty-one to the present where it has a strong presence in the economies of neoliberal feature where the real estate and banking markets derive in commercial and financial speculation.
(*). For the preparation of this research was the support of the economist Vitzenay Palacios R. in the preparation and reading of statistical data. The lawyer Zenaida Rodríguez Herrera facilitated the understanding of the semantic keys of the legal-political scaffolding of the Power in Venezuela. To the fellows of the Research Unit of the University College of Caracas, we thank them for their solidarity and help in the management of information and communication technologies where we are not very skilled. Notwithstanding the foregoing, omissions and errors thereof are the sole responsibility of the author.
From the perspective of theoretical systematization, income began to be studied in England in the seventeenth century by associating it with the land factor, and was understood as the payment to the owner of a land for the use that makes of it a third. Of course, this primordial conception of income transcended the frontiers of the purely juridical-economic, and at present is inserted in several spheres of the economic-productive field.
In spite of the extension of the applicability of this notion, in essence, the conception according to which it is the charge for the lease of a property persists. In that sense, it is appropriate to talk about rent, land rent and oil income in Venezuela.
The origin of the income in Venezuela is part of the peninsular monarchic tradition that reserved the property, the dominion and disposition of the conquered or discovered zones. In this sense, with the rupture of the colonial nexus and the constitution of the republic, the state assumes control of the resources of the subsoil and as the hydrocarbons are natural resources, by extension are public assets. For this reason, at the beginning and development of commercial oil activity at the end of the second decade of the twentieth century until now, it is the State that receives the resources derived from this business.
Oil generates income for the Venezuelan state, since the high revenues are not a consequence of domestic production costs, but rather derive from the appropriation of part of the surplus value generated by the workers of the industrialized countries who Venezuela charges as direct and indirect tax in its condition of owner of the subsoil and the petroleum resource, that is to say, it is an international income as well affirmed by the economist and scholar of the petroleum theme Asdrúbal Baptista Troconis.
The term Renta is related to societies whose stratification is determined by the division into classes resulting from the private ownership of the means of production. Its origin goes back to the Mesopotamian agrarian societies, grows in importance in medieval times, is strengthened by the commercial phase of capitalism and contradicts the industrial era, to regain strength in the countries dependent on mineral content exporters of the twentieth century and Which runs from twenty-one to the present where it has a strong presence in the economies of neoliberal feature where the real estate and banking markets derive in commercial and financial speculation.
(*). For the preparation of this research was the support of the economist Vitzenay Palacios R. in the preparation and reading of statistical data. The lawyer Zenaida Rodríguez Herrera facilitated the understanding of the semantic keys of the legal-political scaffolding of the Power in Venezuela. To the fellows of the Research Unit of the University College of Caracas, we thank them for their solidarity and help in the management of information and communication technologies where we are not very skilled. Notwithstanding the foregoing, omissions and errors thereof are the sole responsibility of the author.
From the perspective of theoretical systematization, income began to be studied in England in the seventeenth century by associating it with the land factor, and was understood as the payment to the owner of a land for the use that makes of it a third. Of course, this primordial conception of income transcended the frontiers of the purely juridical-economic, and at present is inserted in several spheres of the economic-productive field.
In spite of the extension of the applicability of this notion, in essence, the conception according to which it is the charge for the lease of a property persists. In that sense, it is appropriate to talk about rent, land rent and oil income in Venezuela.
The origin of the income in Venezuela is part of the peninsular monarchic tradition that reserved the property, the dominion and disposition of the conquered or discovered zones. In this sense, with the rupture of the colonial nexus and the constitution of the republic, the state assumes control of the resources of the subsoil and as the hydrocarbons are natural resources, by extension are public assets. For this reason, at the beginning and development of commercial oil activity at the end of the second decade of the twentieth century until now, it is the State that receives the resources derived from this business.
Oil generates income for the Venezuelan state, since the high revenues are not a consequence of domestic production costs, but rather derive from the appropriation of part of the surplus value generated by the workers of the industrialized countries who Venezuela charges as direct and indirect tax in its condition of owner of the subsoil and the petroleum resource, that is to say, it is an international income as well affirmed by the economist and scholar of the petroleum theme Asdrúbal Baptista Troconis.
II. EFFECTS OF RENTISM IN THE NATIONAL STRUCTURE
The effect of rentier dependence is a constant in Venezuelan historical evolution from a structural perspective, that is, a vision in which all the orders of national life are determined directly and indirectly by the oil income.
Indeed, nine years after the commercial exploitation of hydrocarbons by foreign companies, primarily Anglo-Dutch at the beginning, and then with North American preponderance, began, the Venezuelan State that historically depended on agricultural export taxes was constituted Starting in 1926, basically dependent on income from royalties and taxes on oil production and imports as shown in Table 1
The effect of rentier dependence is a constant in Venezuelan historical evolution from a structural perspective, that is, a vision in which all the orders of national life are determined directly and indirectly by the oil income.
Indeed, nine years after the commercial exploitation of hydrocarbons by foreign companies, primarily Anglo-Dutch at the beginning, and then with North American preponderance, began, the Venezuelan State that historically depended on agricultural export taxes was constituted Starting in 1926, basically dependent on income from royalties and taxes on oil production and imports as shown in Table 1
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