El arma quĂmica "no letal" que mata a los palestinos.
El arma quĂmica "no letal" que mata a los palestinos
Mondoweiss
Traducido del inglés para Rebelión por J. M. |
Un
manifestante lanza gases lacrimĂłgenos de retorno a las fuerzas
israelĂes. La práctica es difĂcil y peligrosa. Una vez que se pone en
marcha el bote es probable que el manifestante tenga que recuperarse por
algĂşn tiempo hasta que se disipa la nube del gas sin que le haga
efecto. (Foto: Abed al Qaisi)
Akkram Huessni, un joven del campamento dijo a Mondoweiss que
el jueves por la noche las fuerzas israelĂes irrumpieron en el
campamento de refugiados de Aida en el sur de la ciudad cisjordana
ocupada de Belén. Los jeeps cayeron sobre el campamento por todas las
entradas disparando indiscriminadamente ráfagas de gas lacrimógeno.
Las familias se apresuraron a cerrar las ventanas tratando de poner
paños en cualquier grieta que pudiera permitir que se filtrase el gas
nocivo, una práctica que habitual en los hogares de todo el territorio
ocupado de Cisjordania.
Mientras Aida es conocido por ser
polĂticamente activo, las fuerzas israelĂes en general se centran en los
manifestantes, pero el jueves las fuerzas parecĂan hacer caso omiso de
los manifestantes y fueron a por la comunidad en su conjunto, disparando
grandes cantidades de gases lacrimĂłgenos, dijo Huessni.
"Todo
el campo estaba lleno de gas", recordĂł. "Tuvimos que mantener a las
personas con máscaras de gas en todo el espacio del campo para sacar a
la gente que quedĂł atrapada fuera de las nubes blancas"
En
medio del asalto, el ejĂ©rcito y la policĂa de fronteras israelĂes
emitieron por sorpresa un mensaje a los residentes a través del altavoz.
Un joven grabĂł todo el mensaje en video.
"Pobladores del campo
de refugiados de Aida, somos el ejército de ocupación", la voz del
oficial de policĂa fronteriza resonĂł en árabe en todo el campamento. "Si
ustedes lanzan piedras, los envolveremos con el gas hasta que todos
estén muertos, jóvenes, niños, ancianos, todos morirán".
"Todos
ustedes morirán", dijo el oficial. "No vamos a dejar a ninguno vivo.
Hemos arrestado a uno de ustedes, está con nosotros ahora, nos lo
llevamos de su casa y le vamos a sacrificar y matar mientras ustedes
deciden si siguen tirando piedras. Vayan a sus casas o los gasearemos
hasta que mueran, sus familias, sus hijos, todos. Les mataremos",
continuĂł el mensaje.
SegĂşn los informes el agente de la policĂa
fronteriza que emitiĂł el mensaje fue suspendido de sus funciones,
informaron los medios israelĂes. Mientras el mensaje captado en video
fue impactante por muchas razones y dejĂł bien sentada al menos una
verdad importante, los gases lacrimĂłgenos matan.
Al dĂa
siguiente la amenaza se hizo realidad cuando un bebé de ocho meses,
Ramadán Thawabta, se asfixió y murió por inhalación de gas lacrimógeno
durante los enfrentamientos en la aldea de Beit Fajjar, al sur de Belén.
Asà lo testimoniaron los médicos a la agencia de noticias palestina Maan news.
Un poco más de una semana antes, un activista por la paz de 54 años
afectado de una enfermedad cardiaca inhaló el gas y murió. Los médicos
confirmaron que lo matĂł la inhalaciĂłn de gas lacrimĂłgeno y no su
condiciĂłn anterior, segĂşn Maan.
Un arma quĂmica "no letal"
El gas lacrimĂłgeno es un arma quĂmica supuestamente no letal muy
utilizada por las fuerzas israelĂes en la ocupada Cisjordania y otras
áreas del territorio palestino. El gas pertenece a un grupo de agentes
quĂmicos conocidos como "agentes lacrimĂłgenos", de la palabra latina
"lacrima", es decir lágrima.
El nombre, sin embargo, es
engañoso por dos razones. En primer lugar, el gas lacrimógeno no es un
gas, sino más bien una sustancia quĂmica sĂłlida hecha en un aerosol que
flota en el aire cuando se suelta. El gas se asienta sobre las
superficies, incluyendo la ropa, y puede reactivarse si una superficie
impregnada con gases lacrimĂłgenos entra en contacto con la piel dĂas más
tarde.
En segundo lugar, el gas lacrimógeno afecta mucho más
que los ojos, tambiĂ©n la piel y las vĂas respiratorias son igualmente
sensibles a la sustancia quĂmica.
Un
niño cierra los ojos con fuerza esperando a que pasen los efectos del
gas lacrimógeno para avanzar. El niño sabe bien que tocarse la
cara,podrĂa empeorar los sĂntomas. (Foto: Abed al Qaisi)
Cuando hay exposiciĂłn a gases lacrimĂłgenos, los primeros afectados son
los ojos ya que el gas comienza a picar y hace que sea difĂcil ver.
Tocar los ojos o poner agua en la zona afectada sĂłlo empeora la
situaciĂłn. El segundo efecto es sobre el sistema respiratorio, el gas
hace sentir como si el pecho de la vĂctima se contrajera y se hace
difĂcil, si no imposible, respirar.
El gas lacrimógeno también
provoca picor e inflama las partes de la piel sensibles o hĂşmedas, como
la cara, el cuello y la parte interna de los brazos. La exposiciĂłn
intensa a veces puede dar lugar a quemaduras o ampollas y el sudor o el
agua pueden activar el gas en las horas siguientes a la exposiciĂłn.
Si hay sobreexposición, especialmente los niños, los ancianos y las
personas con problemas respiratorios como el asma, el gas "no letal"
puede ser mortal.
Las defensas de los palestinos
Estuvo prohibida la utilizaciĂłn del gas lacrimĂłgeno durante la guerra
bajo la ConvenciĂłn de Armas QuĂmicas, que fue adoptada en la Conferencia
de Desarme en Ginebra en 1992. SegĂşn las Naciones Unidas el 98 % de la
poblaciĂłn mundial ha firmado el acuerdo, incluido Israel.
No se
sabe si los productos quĂmicos en los utilizados gases lacrimĂłgenos
causan efectos a largo plazo, ya que ha habido muy pocos estudios
realizados sobre el tema.
Independientemente de su supuesta
ilegalidad y los efectos secundarios desconocidos, serĂa difĂcil
encontrar un hogar en el territorio palestino ocupado que no sepa cĂłmo
combatir los sĂntomas del gas debido a su uso frecuente y masivo por las
fuerzas israelĂes contra los palestinos.
En un dĂa cualquiera
en las aldeas, ciudades y campos de refugiados de los territorios
palestinos ocupados, donde los enfrentamientos se han convertido en un
hecho cotidiano, los palestinos luchan contra el arma quĂmica.
En el campamento de refugiados de Aida tres adolescentes yacen en el
piso de una casa que no es la suya. Mientras una joven mujer sostiene un
ventilador encima de los jĂłvenes, la madre de la familia toma una
cebolla pelada preparada en la mesa de la sala y comienza a frotar
trozos de la raĂz sobre las caras de los jĂłvenes que sufren.
Los lugareños utilizan cebollas, perfume, vinagre y alcohol para
combatir los sĂntomas, aunque poco se sabe de por quĂ© estos mĂ©todos
parecen ofrecer alivio.
Cuando un joven parece gravemente
afectado un médico es convocado desde la calle exterior. El médico, un
voluntario que ha pasado casi todas las noches desde el comienzo de
octubre ayudando a los heridos durante los enfrentamientos diarios,
viene rápidamente en ayuda del joven.
El médico comienza
golpeando suavemente sobre el pecho del adolescente, pidiéndole varias
veces que trate de hablar. Otro médico entra en la habitación, abre un
paquete de algodĂłn con alcohol y limpia la cara del adolescente de la
sustancia quĂmica. Finalmente el joven puede volver a respirar. Tiene la
cara roja y permanece exhausto en el suelo hasta que los efectos
desaparecen por completo.
De acuerdo con la agencia de noticias Maan,
la Media Luna Roja informĂł de que 5.399 palestinos fueron tratados por
excesiva inhalaciĂłn de gases lacrimĂłgenos durante el mes de octubre, un
promedio de 174 personas al dĂa.
Además de las lesiones
causadas por el gas, las latas del gas lacrimĂłgeno por sĂ mismas a veces
golpean a los manifestantes, hiriéndoles con el tubo de metal por la
fuerza con que se arrojan al aire, asĂ como por el calor del metal. Las
latas por sĂ mismas pueden quebrar la piel, romper ventanas y prender
fuego a árboles y campos, todas cosas que han sido durante mucho tiempo
una realidad cotidiana para los palestinos.
Comentarios
Publicar un comentario
Los que envĂan los comentarios son responsables del contenido.