Santos suspende la Mesa de diálogos de paz en La Habana.
Santos suspende la Mesa de diálogos de paz en La Habana
Juan Manuel Santos, el
Jefe del gobierno colombiano, ha tomado la decisión de suspender los
diálogos de paz que adelanta el Estado con las guerrillas de las
Farc-EP, en la Habana, Cuba, desde hace tres años. El pretexto ha sido
un incidente asociado con la retención de un general del Ejército por un
núcleo de la guerrilla que hace presencia en el río Atrato, cerca al
Océano Pacífico. Dicho oficial, experto en estrategias contrainsurgentes
y con formación en fuerzas especiales de la Marina Norteamericana, se
desplazaba vestido de civil en compañía de tres subalternos por un área
de influencia de la resistencia campesina guerrillera.
El
desenlace es la consecuencia de no aceptar un cese al fuego bilateral
por parte del gobierno, que ha sido solicitado de manera reiterada por
la delegación de plenipotenciarios de las Farc. A lo que hay que sumar
otros factores de orden político y económico que gravitan en las
conversaciones para la superación del prolongado conflicto social y
armado con casi 60 años de duración.
En efecto, la decisión de
dialogar con las guerrillas, incluyo la prolongación de las hostilidades
militares con asesinatos de integrantes de líderes las Farc, masacres
de milicianos, "falsos positivos" ejecutados por el Ejército, asaltos
aéreos a campamentos guerrilleros, desplazamientos de población
campesina y operación de Bandas Criminales/Bacrim como nueva marca de
los grupos paramilitares organizadas por batallones y brigadas
militares. Por supuesto, las Farc no se han cruzado de brazos, y sus
acciones defensivas son la respuesta al ataque de los dispositivos
bélicos del gobierno.
Aun así, la guerrilla ha declarado varias
treguas unilaterales (2012-2013) con resultados muy positivos que
expertos independientes han reconocido. Incluso se han planteado medidas
humanitarias parciales que han sido descartadas por las esferas del
santismo, pues el Jefe de la Casa de Nariño hace cálculos oportunistas
para sacar ventajas militares. Piensa/calcula que mantener la guerra le
permitirá debilitar y arrodillar al contradictor. Es parte de su cinismo
y vacio ético, características de un politiquero que tercamente
pretende sostener la supervivencia de un Estado y un orden político
hundido en la podredumbre.
Durante los casi 36 meses de
conversaciones se han presentado muchos eventos propios de la guerra.
Sin embargo, recientes sucesos como la muerte de dos indígenas en
Toribio/Cauca , en una reyerta plagada de sectarismo e intolerancia, y
la retención, por las Farc, de dos soldados en combates registrados en
el departamento de Arauca, han sido manipulados por el gobierno a través
de sus redes mediáticas para sacar ventajas políticas en la Mesa de La
Habana.
Jugado por una "Paz express", Santos diseño un escenario
de asedio a la Mesa de conversaciones, para presionar una firma de
pactos que evadan aspectos sustanciales -Punto 3 de la Agenda y
refrendación de lo consensuado- del Acuerdo especial que dio inicio a
los diálogos en curso. Un foro en una universidad conservadora bogotana
fue el lugar escogido por los delegados plenipotenciarios del
oficialismo para plantear sus absurdos desafíos, desconociendo lo
actuado y construido hasta la fecha.
El acelere del Jefe de la
Casa de Nariño, quien completa 100 días de gobierno, no es casual. Es
resultado del deterioro de su imagen que cae en picada como ocurrió en
el segundo semestre del año 2013, cuando fue acorralado por un potente
movimiento social agrario y minero.
En el desplome político de Santos hay varios aspectos que se deben considerar.
Primero,
está el desconocimiento olímpico del apoyo que recibió de la Izquierda
democrática y su candidata Clara López, en la segunda vuelta de las
recientes elecciones presidenciales, que permitió la derrota del
candidato del ultraderechista Centro Democrático uribista. El respaldo
de la izquierda fue al proceso de paz y esa decisión se desconoció en la
conformación del nuevo gabinete ministerial, empujando el paso de dicha
tendencia a posturas de oposición radical. Santos dio continuidad a un
esquema gubernamental asociado con el clientelismo, la corrupción y el
neoliberalismo. Adicionalmente esta la omisión de los acuerdos con las
organizaciones agrarias para levantar los paros realizados durante el
2013. Los Ministros y demás funcionarios han acudido a múltiples
argucias y tretas para no atender los derechos campesinos y
simultáneamente promover leyes que entregan los baldíos nacionales a
grandes terratenientes.
Segundo, han surgido fuertes síntomas de
una crisis económica y fiscal con graves efectos en los planes del
gobierno. La caída internacional de los precios del petróleo, la
disminución de la producción diaria de barriles de hidrocarburos, los
pobres resultados en la Ronda petrolera del 2014 y el declive de los
precios de las materias primas en el mercado internacional, ya se dejan
sentir con mucha potencia en los ingresos fiscales del gobierno y en la
ampliación del déficit en la cuenta corriente de la balanza comercial.
Los ingresos presupuestales de origen petrolero van a caer de 24
billones a 14 billones, obligando ajustes en el Marco fiscal de mediano
plazo y el faltante en la cuenta corriente ya supera los 8 mil millones
de dólares. No hay plata para financiar los posibles acuerdos de paz.
Tercero,
el crónico sabotaje a la paz que adelanta el grupo ultraderechista que
encabeza Uribe Vélez mediante la descarada manipulación política de
caracterizados generales y oficiales comprometidos en crímenes y
arbitrariedades como los "falsos positivos". El bloqueo fascista a la
paz tiene en el Ministro de Defensa su mas prominente aliado. Pinzón ha
sido un francotirador permanente de la Mesa de La Habana, coincidiendo
con las campañas y la guerra sucia del uribismo para descreditar las
conversaciones de paz y sus avances en materia agraria, democrática y de
cultivos de usos ilícito.
Cuarto, los resultados de la gestión
santista son bastante mediocres. La justicia está colapsada; el
extractivismo se ha favorecido con Licencias ambientales express y
bloqueos a la Consulta previa de comunidades etnicas; en la educación
impera el más vulgar mercantilismo como se ha conocido con el descalabro
de la Universidad San Martin; la salud sigue en el encuadre neoliberal;
la impunidad reina en el juzgamiento de los "falsos positivos"; la
casta política tramita una reforma dizque de equilibrio de poderes cuyo
principal objetivo es ampliar los privilegios presupuestales y
burocráticos de gamonales y caciques regionales; y en Bogota, el alcalde
Petro, ficha del régimen santista, se encuentra inmerso en la
corrupción que protagonizan los miembros de su familia cercana, con
graves consecuencias en el sistema de transporte masivo y el bienestar
de millones de ciudadanos.
Y quinto, el país ya ingreso al
proceso que prepara la elección de autoridades locales -alcaldes y
gobernadores-, lo que debe ocurrir en los primeros días de octubre del
2015; la elite dominante quiere marginar a la Izquierda democrática y al
movimiento social de dicho escenario popular para asi quedarse con
todos los municipios y departamentos. Es muy probable que tales comicios
sean utilizados para el reencuentro de las dos facciones derechistas
-santistas y uribistas- hegemónicas en el sistema político. Para esos
efectos el paso correspondiente era suspender los diálogos de La Habana,
como ya ha ocurrido.
Estas las pistas para entender la desacertada decisión de suspender los diálogos de La Habana.
Medellín, 17 de noviembre de 2014.
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