Peligroso encuentro de crucero estadounidense con portaaviones chino Provocando a China
Peligroso encuentro de crucero estadounidense con portaaviones chino
Provocando a China
Ocurrió ahora y volverá a ocurrir: casi una colisión entre un barco estadounidense y uno chino en el Mar del Sur de China.
El
USS Cowpens, un crucero de 10.000 toneladas con misiles guiados, se
“acercó demasiado” a un “ejercicio” en el que participaba el Liaoning,
el primer portaaviones chino, y su fuerza de tareas, según Global Times.
La Flota del Pacífico de EE.UU. subrayó que el crucero tuvo que tomar medidas de emergencia para evitar una colisión. Pero Global Times acusó al crucero de “acosar” a la formación del Liaoning emprendiendo “acciones ofensivas”.
El
periódico lo dijo claramente: “Si la armada y la fuerza aérea
estadounidenses se inmiscuyen continuamente cerca del umbral chino,
existirá el peligro de un enfrentamiento”.
Finalmente, el
ministerio de Defensa de China intervino para aclarar que los navíos se
habían “encontrado” en el Mar del Sur de China pero que se evitó lo peor
mediante “comunicación efectiva y normal”.
Más vale que
la comunicación sea harto “efectiva” desde ahora mientras China se hace
valer como potencia marítima ascendiente y es obviamente incierto quién
puede hacer qué en el Mar del Sur así como en el del Este de China, para
no hablar de los océanos más lejanos.
Es un hecho que la
economía china, que continúa su auge, depende directamente de sus
complejas líneas marítimas de suministro (y demanda) – sobre todo por el
Océano Índico y el Pacífico Occidental. Pero eso no significa que China
esté tratando de controlar sus mares circundantes imponiendo una
versión china de la Doctrina Monroe del Siglo XIX, que fue esencialmente
una estrategia continental de dominación hemisférica (preguntad a
cualquier latinoamericano informado al respecto).
Pekín
está ciertamente aumentando sus patrullas marítimas en el Mar del Sur y
del Este de China. Ha habido algunos altercados, en su mayoría retóricos
con, por ejemplo, las Filipinas. Y mientras Pekín decidió su nueva zona
de identificación de defensa aérea (ADIZ), las aerolíneas comerciales
–que no están inclinadas a poner en peligro sus pólizas de seguros–
están todas presentando sus planes de vuelo a Pekín, lo que significa
que reconocen el derecho y la autoridad de China.
Digamos
que ahora China está en la etapa de crear hechos en el mar. Por el
momento, una especie de acomodamiento receloso parece prevalecer
involucrando a los estadounidenses y también a los japoneses. Pekín sabe
que la Armada de EE.UU. y la armada japonesa tienen mejor entrenamiento
–y más experiencia– que la armada china. Una vez más, por el momento.
Reptando por las zonas costeras
Hay un resumen bastante decente en South China Morning Post
del reciente crecimiento del poder naval de China en el contexto de un
discurso pronunciado por el entonces presidente Hun Jintao en noviembre
pasado “ante el trasfondo del ‘giro hacia Asia’ del presidente de EE.UU.
Barack Obama”.
Conecta unos pocos puntos entre el nuevo
mantra acuñado por el presidente Xi Jinping –el “sueño chino”– y el
ascenso de China como potencia marítima.
Pero hay mucho
más que decir al respecto. No cabe duda de que los estrategas chinos han
echado por tierra cabeza abajo el “giro” de Obama, y eso significa
repasando furiosamente su Mahan, según el capitán de la Marina de
EE.UU., Alfred Mahan, y específicamente The Influence of Sea Power Upon History, [La influencia del poder marítimo en la historia], 1660-1783, publicado en 1890.
Sí,
siempre se trata de un “giro”. Mahan creía que el giro geográfico de
los imperios no era el Heartland [región vital del territorio] de
Eurasia –como con Mackinder– sino los océanos Índico y Pacífico. Para
Mahan, el que controlara esos océanos podría proyectar su poder sobre
toda ‘Rimland’ [zona costera] Eurasiática, y también afectaría el
“Heartland” en lo profundo de Asia Central. Los chinos saben cómo eso se
ha traducido en que la Armada de EE.UU. pueda convertirse en un factor
en Eurasia – parte de la dominación de “costa a costa” venerada en
Destino Manifiesto.
Nuestros estrategas en Pekín son muy
conscientes de cómo China –cómo Estado y aún más como civilización– se
extiende desde el Heartland a las cálidas aguas de los países de las
costas del Pacífico, También son conscientes de un texto absolutamente
crucial: A Cooperative Strategy for 21st Century Sea Power, [Una
estrategia cooperativa para el poder marítimo del Siglo XXI], publicado
por la Marina de EE.UU. en 2007. Es esencialmente el anteproyecto para
el giro de Obama, basado, en teoría, en la cooperación con armadas
locales (Australia, Singapur, las Filipinas), en lugar de dominación. (A
propósito, la armada pregona a quienquiera esté involucrado que “el
poder marítimo protege el modo de vida estadounidense”.)
Inevitablemente,
nuestros estrategas chinos también repasaron su Spykman, como el
holandés Nicholas Spykman, quien fundó el Instituto de Estudios
Internacionales en Yale en 1935. Fue Spykman el que conceptualizó Asia
del Sur, el Sudeste Asiático, China y Japón, así como Medio Oriente como
parte de Rimland [zonas costeras], que para él era la llave al poder
mundial (no el Heartland).
Y también aquí vemos cómo lo
que una potencia marítima como EE.UU. llama “contención” es interpretado
por una potencia del Heartland como China (para no mencionar Rusia)
como “cerco”-
A los occidentales también les cuesta poco
olvidar cómo China fue otrora una formidable potencia marítima, en su
apogeo en el Siglo XV, gracias al superdotado almirante Zheng He,
comandando una amplia flota de barcos frecuentemente de un tamaño
excepcional bajo los emperadores Ming.
Ahora la potencia marítima se ha vuelto a despertar. No más taoguang yanghui –como en “manteniendo un bajo perfil”, la notoria consigna de Deng Xiaoping.
Y es como si Spykman también hubiera de alguna manera visto el futuro. Basta con ver este pasaje de America's Strategy in World Politics: the United States and the Balance of Power, [Estrategia de EE.UU. en la política mundial: EE.UU. y el equilibrio del poder], publicado en 1942:
Una China moderna, vitalizada y militarizada China… va a ser una amenaza no solo para Japón, sino también para la posición de las Potencias Occidentales en el Mediterráneo Asiático. China será una potencia continental de inmensas dimensiones en control de una gran sección del litoral de ese mar del medio. Su posición geográfica será similar a la de EE.UU. respecto al Mediterráneo Estadounidense. Cuando China llegue a ser fuerte, su actual penetración económica en esa región adoptará indudablemente connotaciones políticas. Es bastante posible prever el día en el cual esa superficie acuática sea controlada no por el poder marítimo británico, estadounidense, o japonés, sino por el poder aéreo chino.
Está sucediendo ahora, solo siete
décadas después, a medida que el “giro” mahaniano de Obama se arrastra
hacia aún más contención de la ascendente China. Ojalá vivamos en
tiempos de “comunicación efectiva y normal”.
Asia Times Online
Traducido para Rebelión por Germán Leyens |
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su libro más reciente es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto pepeasia@yahoo.com
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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/China/CHIN-01-181213.html
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