LA RAYA AMARILLA
Por:
Richard Toro Rojas
Guerra
antieconómica
Con la aparición
del Metro de Caracas aprendimos a comportarnos ante una raya amarilla.
Precaución, estar atentos; tener mucho cuidado con el que está al lado, no vaya
a ser que en medio de una chispa de locura, seas empujado encima de rieles o
debajo del vagón principal. Si quiere decirles a alguien no te sobrepases, lo
indicas con una raya amarilla. O metafóricamente puedes decir: ‘’…es una raya
amarilla, no deja sobrepasarse’’.
Hemos visto, oído y
leído los sinsabores y emociones de quienes están en desacuerdo y a favor por
las intervenciones, allanamientos, detenciones, ventas de mercancías y otras
acciones contra los comerciantes vivianes por parte del gobierno. Doctos,
analistas, comentaristas, sin oficio; locutoras, editores, periodistas y gente
común (lo no común es una raya, por eso soy del otro bando), se descosen los
sesos buscando una justificación contraria a lo que podría ser buena medida en
contra de la escases, elevados precios, especulación y boicot contra el país. Y
mire que llevamos 15 años en esto, gente no común tendiendo escusas
camuflageadas tipo vietnamita, de manera de hacer parecer torcido lo que está
bien derecho. Hoy amanecimos con esa cantinela.
Estos tipos y tipas lo
ven todo así, y tratan de percibirlo de esa forma. Si están en un juego de
béisbol Caracas-Magallanes u otros equipos, buscan identificar cada pelotero
con un estigma político, chavista u opositor, pierden las novenas entradas y
sus entradas, buscando el pelo en el huevo. Perdieron la horizontalidad,
verticalidad y equilibrio, es decir, están en el túnel del tiempo, sin
posibilidad de otear luz al final del mismo. Como equilibrista a más de 200
metros, bisturí en mano, hurgan a ver como ponen al revés, la descarada,
oprobiosa, y miserable proceder de estos mercaderes antichavistas, que roban
hasta el más pintado opositor en función de tumbar al gobierno, sin compromiso
de devolver la plata de conseguir sus banales pensamientos.
La gente común,
chavista-opositora-abstencionista, saben que esta inflación de 15 años es
inducida, provocada por agentes económicos (comerciantes, industriales,
distribuidores, importadores, etc.) con la firme intención de hacerse mil millonarios
y agarrar el coroto, sin vuelto, eso sí, nada se devolverá, es más, de llegar a
Miraflores, patentaran tal delito. Lo inexplicable es tanta cancha dada por
Chávez-Maduro a este flagelo, ¿o no lo sabían? ¿Será posible si toda la gente
común de a pie estan enterados, como ellos no? A gritos le dicen en cada acto
público que hacer, ¿no oyen? Sus ministros, seguro sus ministros, por no ver
esa mirada inusual en su jefe, dejaron pasar de la raya amarilla a estos
forajidos y miren dónde estamos. Coimas, mordidas, bajada de mula, argot
metafórico alusivo a corrupción, mucho de este trámite seguro está bajo la
alfombra de este lío.
Diarios como el
Nacional y Universal tratan la noticia en el ángulo del desequilibrio social,
juzgando a los beneficiados (gente común, en adelante comuneros) por
aprovechadores de oficios al comprar a precio justo respaldado por el estado.
Es tan antieconómico todo este proceder de los malhechores comerciantes, que
los dueños de estos periódicos insultan a sus lectores, calificándolos con
múltiples epítetos. En otras poligonales del planeta irían a la quiebra por
bajas ventas, pero la gente común acá que está contra el gobierno, se deja
insultar además de robar con tal vil estilo.
Los anclas así llamados
a los que leen las noticias, legendarios antichavistas furibundos algunos, se
les nota la reverberación de la sangre cuándo salen al aire y no puede insultar
como otrora al gobierno y respaldar a los saqueadores comerciantes del salario
y sueldos de los venezolanos e importados (incluyendo su sueldo) –que
masoquismo- por tener nuevos jefes con los cuales aceptaron sumisos nueva línea
editorial. ¡Qué pena!
Estudiosos economistas
y encuestadores de oficio, justifican la acción criminal y dispendiosa de los
comerciantes, como acción natural de la fuerza del mercado. Nada dijo Adam
Smith de la usura como elemento propio de las fuerzas del mercado, pero estos
esquizofrénicos mercaderes de opinión, pretenden distorsionar leyes económicas,
confundiéndolas con bajas y viles maniobras antipatriotas justificando el robo,
que deja sin posibilidades a familias enteras poder llevar felicidad a sus
hogares si se les vendiera a precios razonablemente humano y poder adquirir
otros bienes y servicios. Es tan antieconómica esta acción de malandrines
comerciantes y políticos, que niegan al sistema económico nacional expandirse,
crecer, posibilitando la creación de nuevas empresas, productos y servicios en
el mercado venezolano. Niegan la competencia, de la cual son ardientes
defensores de la boca pa’ fuera, no así en la realidad.
De seguir esta política
y acción del gobierno y pueblo, sobre todo del pueblo, denunciando, actuando a
través de los mecanismos de organización establecidos en la Constitución y
Leyes del Poder Popular, entraremos en una fase de interesante vuelo, cuándo
las variables económicas comiencen a depurarse y puedan estudiarse con claridad
meridiana formas plausibles de convivencia económica, comercial, financiera y
política, dando felicidad y bienestar social a VENEZUELA, con gente que se
dedique a lo suyo sin mezquindad, odio ni venganza.
Hay que vencer la
guerra antieconómica en Venezuela.
Noviembre
de 2013
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