¡Elemental mi querido Nicolás!...Dime donde ha ganado el chavismo y te diré donde hay escasez y especulación.
Luego de la muerte física de nuestro comandante presidente eterno Hugo Chávez Frías; la burguesía, la oligarquía y el capitalismo, apoyado por el imperialismo gringo, se han confabulado, como era de esperarse, con fuerza, sin piedad y mucha alevosía para atacar al Pueblo Venezolano, especialmente al pueblo que ha sido fiel, por fe y convicción, a la revolución bolivariana, a la patria y a nuestro Chávez.
Por lo que no debe haber ni la más mínima duda de que estamos ante una guerra económica, moral, mediática, psicológica, entre otras, cuyas armas sigilosas y fatales están representadas por la reducción de la producción, la distribución selectiva de los productos, el incremento indiscriminado de los precios de los bienes y servicios que ofrecen la cúpula empresarial, y lo de empresarial es un decir, como diría el camarada Nolia.
Si a esta realidad le agregamos unos toques de: apagones, acaparamiento, falta de gas, escasez, abusos y unos medios apátridas de comunicación que repiten incesablemente que la culpa es de Nicolás, Nicolás, Nicolaaaas…Podemos concluir que el ataque es por todos los flancos y contra todos los niños, niñas, abuelas, abuelos, jóvenes, mujeres y hombre de nuestra patria querida.
A este panorama debemos sumar, para nuestro pesar, la ineficiencia e indiferencia de funcionarios “revolucionarios que dan soluciones ficticias al pueblo de Chávez. Ofrecen declaraciones y explicaciones, que no cambian la dura realidad que se vive, en mayor o menor grado, a lo largo y ancho del país. Crean órganos superiores, que no dan resultados y al parecer solo sirve para ratificar que “son superiores”, se crean líneas 0800 para denunciar el sabotaje, pero al llamar nos encontramos con que “todas nuestras líneas están ocupada, por favor espere y uno de nuestro operadores lo atenderá en breve”, y tras las espera no hay atención, muchos menos respuesta a la denuncia que motivó la llamada.
También tenemos a un INDEPABIS, con un Samán que a pesar de sus titánicos esfuerzos tienen muchas limitaciones que frenan sus acciones. A la par contamos con la SUNDECOP que no hace mella a los ataques sistemáticos y cada vez más innovadores de la contrarrevolución. Todo parece estar arropado por la voraz burocracia que en ocasiones hermanada con la corrupción impiden la solución real y oportuna de nuestros problemas, impidiendo contener la guerra económica que para colmo, promete arreciar.
Así que la tarea para nuestro presidente obrero Nicolás Maduro, no está fácil. Ya el gigante de la patria lo advertía: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria”.
Pero atención ¡no se me aflija!.... ¡pare de sufrir!, diría el compañero Brito. Porque así como le digo esto, le recuerdo lo otro, dicho por el comandante:
No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.
Así que, allí está la solución: un pueblo cada vez más unido, organizado y consciente, que lucha superando cada golpe. Un pueblo que batalla contra los que pretenden arrebatarle la patria y que con “paciencia y más paciencia, trabajo y más trabajo, constancia y más constancia”, como dijo el Libertador Simón Bolívar, logrará la victoría que concede el compromiso, el amor y la lealtad de saberse que ¡somos Chávez!
Por ello le pido a nuestro presi Nicolás, que se mantenga firme como hasta ahora, que de la lucha moral y ética, necesaria para construir socialismo. Pero sobre todo te pido Nicolás que “por ahora y para siempre” cuentes y trabaje con el pueblo de Chávez, que jamás te va a fallar. Ese pueblo que cree en ti, confía en tu palabra y ha jurado acompañarte en la defensa del legado del Comandante Supremo. Búscanos en las comunidades, en las empresas, en las calles… allí nos encontrarás, ¡rodilla en tierra!.
El comandante en una oportunidad señaló: “vamos a hacerle la guerra a la ambición, al egoismo al capitalismo salvaje…”, esa guerra no ha terminado y nuevamente llegó la hora del Pueblo y como dijo Ribas: “No podemos optar entre vencer o morir, ¡necesario es vencer!”.
¡Hoy tenemos patria, qué nadie se equivoque!
¡Chávez Vive, La Lucha Sigue!
yamiladumont@gmail.com
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