La presencia morena y negra en el debate electoral de diciembre para elegir gobernadores
La presencia morena y
negra en el debate electoral de diciembre para elegir gobernadores
Por Antonio José Guevara
“A mi llaman negro, no me molesta…, porque blanco tengo los
huesos”
(Decir
larense)
Se abrió al debate en el proceso electoral que se avecina en diciembre para elegir gobernadores, donde pareciera que se sigue invibilizando la
presencia de quienes en Venezuela, siempre nos hemos caracterizado por defender
el gentilicio y nuestra identidad venezolana (la cual no obviamos y ponemos en
cada debate por delante de cualquier epíteto racial) en el que se ha querido no
aceptar que la discriminación se hace patente hasta en lo político.
En este sentido, se debe enarbolar la transparencia en el debate, en el
que se debe buscar visibilizar a los diferentes estratos que forman parte de la
venezolanidad, pero creemos que se sigue adoleciendo de la una postura seria, incluyente,
honesta y transparente en función del fortalecimiento de los venezolanos que
poseen una piel negra y morenas y en el que se olvidan que la interculturalidad
debe entenderse como un paradigma que obedecen a diferentes configuraciones
culturales e interculturales (pero que también se hace presente en lo político),
debido a que no se puede desprender del
contexto social en el que se desarrolla y amplía su espectro (los gobiernos,
organizaciones, partidos políticos, movimientos sociales y culturales), en el
que tal proceso exige buscar orientaciones que tengan como propósito imponer la
transformación de la conciencia, con el objetivo de lograr la interconexión de
lo social y político para que de esta manera se de la comunicación y diálogo
intercultural simétrico y equitativo y por ende…, se vayan fortaleciendo las
bases hacia el socialismo y al ciudadanos que queremos en la nueva Venezuela
Socialista.
Por ello es importante tomar en cuenta la inclusión y dentro de ella, a
las poblaciones que se caracterizan por poseer una piel negra y morena, las
cuales solamente las hemos visto como acompañantes de los candidatos a
gobernadores (salvo la presencia de Aristóbulo como candidato a gobernador por
el estado Anzoátegui) en el que no se ve una representación equitativa, ni en
los estados donde estas son mayorías, en vista que no se quiere asumir una
postura gregaria, transparente, honesta e incluyente a favor de estos estratos
que vinieron a conformar la
venezolanidad y que sentimos que aunque se hable con bombos y platillos de la
cacareada igualdad, los alcances de este paradigma está muy alejado de la realidad a pesar de
que en nuestra constitución se encuentra de forma escrita y expresa que
aquellas poblaciones venezolanas que se encuentra en circunstancias especiales
(consideradas como débil jurídico) deben ser protegidas por el estado
venezolanas y sus diferentes instancias de poder…, cuestión que no es así
debido a que se impone la presencia de los partidos de más arraigo, donde sigue
prevaleciendo una postura individualista xenofóbica, discriminatoria, etc., que
demuestra lo lejos que estamos de alcanzar la unidad entre los venezolanos,
mientras el ventajismo y el oportunismo sean las premisas que se impongan
(Donde queda la Ley Orgánica Contra la Discriminación Racial, a la cual siempre
nos pusimos en contra, en vista que su creación fue un alto a la bandera y se
echó a un lado la verdaderas conductas discriminatorias y xenofóbicas. Es decir
que se creó para complacer a una población que solamente 0.7 por ciento que se
reconoció como afro descendiente y se deja de un lado al 52. 70, conformado por
los estratos morenos y negros), si notamos que se está fraccionando la unidad,
puesto que nos estamos olvidando que en la estructura de la población censada en
el 2011, que es aproximadamente de 28.946.101 venezolanos y venezolanas (Según
Censo de Vivienda y Habita 2.011), el 49, 9% de la población se autodefinió
como morena y 42, 2 % como blanca. Esto hace un total de 92,1% y el resto se
considera negra (2,8%), indígena (2,7%)
y afro descendiente (0,7%) y en el que se reconoce que la incorporación de
estos estratos obedece a que el reconocimiento étnico es un derecho humano que
nunca fue reconocido en el pasado, produciéndose una especie de genocidio
estadístico (Ver Cuadro de la Población Censada 2011 por entidad Federal y
su Tasa de Crecimiento. Fuente INE).
Esto representa, que los estratos
de color oscuro son los que cuentan con
mayor densidad población en Venezuela, puesto que integrados en una sumatoria,
podemos sostener que representan el 53.40 y pareciera que dicho resultado en
materia política no son tomado en cuenta, en el que se busca más invisibilizarlos
para no reconocer tal presencia, para
seguir teniendo la hegemonía política a lo interno de los partidos políticos y no
reconocer su presencia poblacional en los diferentes ordenamientos jurídicos,
en el que se hace pertinente que los gestores o accionantes políticos empiecen
a desmontar sus propias concepciones, porque tal conducta lo que hace es
fortalecer las teorías que incentivaron
la colonización de la memorias y por ello no vemos con buenos ojos que no se
haya incluido en el debate tales estratos (las negras y la morenas), porque se está buscando
minimizarlas, olvidándose que somos venezolanos, estamos en la patria de
Bolívar y que el estrato moreno y negro representa la población mayoritaria en
Venezuela, en el que no se han dado
cuenta que la diversidad cultural es una condición de convivencia fundamental para la no discriminación entre
estratos poblaciones y es por ello que la lucha por la autonomía admite la
conciencia de su existencia…, donde debemos estar muy pendientes y velar por
las condiciones que produce la inequidad, avasallamiento y cosificación
política a lo interno de lo político, donde es cierto que no estamos viviendo un “encuentro consensuado”
sino más bien un proceso de constante usurpación, ocasionado por desigualdades
y asimetrías, en el que un grupo político a los interno de su organización se
impone, porque no solamente tienen el control del poder, sino que además manejan
grande fuentes de dinero para comprar consciencia, como el mayor poder de fuego
simbólico y es por ello que a lo interno de los partidos políticos, hemos visto algunas campañas donde se hace manifiesto el ventajismo, en el que ahora la
nueva tónica que se impone, es que un
dirigente puede ser gobernador en Vargas, como en Anzoátegui, sin que este haya
nunca convivido en esos estados y no tenga su domicilio principal en ese
estado, porque tal mandato no se hace por medio del consenso de la base, sino a
través de sus diferentes cúpulas (en el que se le quita a los líderes naturales
la posibilidad de representar a sus conciudadanos, puesto que son ellos los que
conocen sus verdadera problemática) y el arraigo que tengan el partido, puesto
que son estas las que también tienen para sufragar los gastos de cualquiera
campaña electoral y determinar las
condiciones y dinámicas de cómo se va dar en lo político, lo cual lleva
lógicamente hacia modelos políticos totalitarios y hegemónicos (por ello vemos
a diferentes candidatos pasar por encima de sus bases y esgrimir públicamente
que no importa si es opositor el que está en cargo de confianza en el gobierno,
con tal que este tecnócrata lo haga bien y responda a su trabajo). Sin embargo,
dichas asimetrías y desigualdades se hacen siempre de manera solapada en la
arena de lo político, en donde se hace transparente que no se puede tapar con
un dedo cuando un dirigente de la cúpula apoyan a otros para opta a gobernador,
concejal o diputado, sin que este no cuente sin ningún apoyo poblacional,
trayendo como consecuencia que se usurpe de manera descarada la soberanía
estatal y se irrespete el consenso de la mayoría en esa jurisdicción
poblacional, donde la multiculturalidad, pluri-cultural, y el diálogo intercultural se echa a un lado o
se reconoce parcialmente, porque solamente interesa la toma del poder, en donde está implícito un cuestionamiento de
la cultura del otro y una postura para
no reconocerla. Tal desafío implica un proceso de reivindicación,
reconstrucción, re identificación, no tanto en base a la historia de haber
vivido, como comunidad, pueblo o nacionalidad discriminada en una determinada
sociedad, donde se trata de luchar contra la naturalización de las asimetrías
sociales cotidianas, contra prejuicios y exclusiones, contra una sola
concepción de lo que es desarrollo, progreso e institucionalidad.
Es por ello que se debe buscar la inclusión de todos los que nos
encontramos en los predios de esta gran patria, lo cual llama a la reflexión,
puesto que no se puede hablar de diversidad y menos del socialismo cristiano a
la venezolana, cuando no se quiere llegar a consenso, reconocer que hay una
intención muy marcada de invisibilizarlas o de asumir una actitud de ponerse a
la saga contra cualquiera postura que forme parte del gentilicio de la
diversidad o de la pluralidad para que su racionalidad positiva se ponga de
manifiesto y de manera agresiva, sin internalizar que quienes son tales
estratos, arremeten, sin comprender que estos están formados y ya tienen una
postura en contra del desprecio, producto de cómo fueron desarraigados por su
propia gente, los cuales despreciaron su propia idiosincrasia, aceptaron la del
colonizador y cuando fueron a reflexionar, era demasiado tarde, porque ya
estaban colonizados, conquistados y sometidos a las implicaciones del poder
imperial que para la época se hacían trasparente a través de la imposición del
etnocentrismo de su cultura y por ello la poca comprensión se convirtió, en una
traba que impide el acceso concreto a la verdad, por ser demasiada cerrada y
excluyente, lo cual creemos que sigue impidiendo el buen discernimiento, el
pacto social que se firmó con al constitución de 1811 y que demostró que si el
Taita (BOVE) no fuera muerto en Úrica , Venezuela fuera una patria dirigida por
los indígenas y los negros, puesto que a partir de se segmento de tiempo, sentimos
que no se ha entendido que sin la presencia de las culturas negras y morenas no
se puede llegar a posiciones mucho más abiertas que permitan superar la camisa
de fuerza de las ideologías colonizadoras…, en donde se hace necesario asumir
posición y establecer el diálogo en fortalecer la etnicidad venezolana y
fundamentalmente la unidad de todos los venezolanos.
Ello nos lleva hacer
una reflexión profunda acerca de desmontar, revisar nuestra propias posturas y
echar a un lado, aquellas que no ayudan a fortalecer todo aquello que nos
enriquece como pueblos que tenemos orígenes distintos, con historias diferentes
y costumbres diferentes para poder entender que hay que hacer todo lo posible
por buscar el consenso que muchos
predican de la boca hacia fuera (porque sus acciones dicen otras cosas) y que
no se hizo presente en la escogencia de
sus candidatos a gobernadores, (tanto por la oposición que por el partido de
gobierno), en un país que se considera multiétnico, pluricultural, pero que
además reconoce “…el ejemplo histórico de
nuestro libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros
antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y
soberana…” (Preámbulo de la CBRV), en el que los estereotipados como negros
y morenos fuimos reconocidos después de doscientos años de vida republicana,
como “forjadores”, lo cual quiere decir que eran tan inteligentes estos
desarraigados, seres humanos, humanos gregarios (a pesar de tener tal carga
histórica negativa que le atribuyó las culturas europeas y africanas), tuvieron
la capacidad de reconocer que se encontraban en espacios geográficos distintos,
aprender sus diferentes idiomas, crear una toponimia distinta a la de los africanos, europeos e indígenas,
simplificar para poder comprender las posturas del colonizador, como sus
influencias diversas y complejas, y entender que tal proceso de descolonización
de la memoria, se había convertido en la clave de su empobrecimiento,.
Por ello sostenemos que nos reconocemos como venezolanos de piel negra y morena
y no aceptamos que nos pongan ningún epíteto ante del venezolanos, originarios
de la república y de esta gran nación que se llama Venezuela y lo planteamos
con gran integridad y sin discusión, puesto que nacismos en la tierra de
Bolívar y eso nadie nos lo va a quitar, porque reconocemos que llevamos la
sangre de un imaginario libertario que independizo cinco naciones, en el que se
puede notar que quienes asumieron su bandera, tuvieron la capacidad de echar a
un lado su linaje, estatus social, propiedades para ir a hablar con los
libertarios haitianos y pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no
se convirtieron en parcelas, porque sabían que era necesario la “unidad en la
acción”, en el que se comprendió que esos negros, morenos, pardos o mulatos, se
había convertidos en el alma y espíritu de la gesta libertaria, en sujeto
crítico, solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano y no entendemos
que se utilice este momento histórico para imponer postura que no encajan
dentro de la realidad venezolana, en el que se hace necesario con mucha
urgencia, fortalecer nuestro autoestima para poder combatir los argumentos que
impusieron tal condición inhumana que
permitió convertir a seres humanos racionales en sub humanos, depositarlo en
asientos y después venderlos como animales o como piezas de ébano y en el que
se debe entender que se hace necesario predicar la participación organizada sobre
la base de la nueva materialidad dentro de la República que se está formando
hoy en Venezuela, encauzada dentro de los parámetros del socialismo,
humanitario y comunitario, porque algo que no podemos olvidar, es que este
proceso bolivariano no sólo produjo un nuevo individuo, ideológicamente,
políticamente, socialmente, culturalmente, biológicamente y genéticamente, sino
que además, la variedad de experiencias sociales y culturales que han permitido
reinterpretar nuestras experiencia y
procesos históricos, según nuestras necesidades y consecuencias, en el que unos
venezolanos de color negro y moreno crearon una existencialidad que los llevó a
convertirse en sujetos creadores de cultura, puesto que el aporte que hicieron,
marcó un hito de gran trascendencia en la humanidad y es la única herramienta
con que contamos para elevar nuestro estima y eliminar los vestigios que quedan
de la irracionalidad cometida por quienes se dieron el lujo de alimentar el
oficio impío de cazar a seres racionales
y depositaron en asientos para luego
venderlos a los barcos negreros europeos.
PRENSA EL NEGRERO
Un espacio
alternativo y Comunitario
para el desarrollo
de los san agustinianos
Depósito
Legal Nro. Pp201101DC1453
Rif-J-39860369-8.
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