Esta lucha entre la derecha y la Izquierda en América Latina lleva ya más de 200 años y continuará por siglos, porque nosotros luchamos por una nueva sociedad y ellos por mantener vivo al Capitalismo. Rafael Martínez
Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista del diario mexicano La Jornada
"El golpe en Paraguay es contra la democracia, la Unasur y los movimientos de masas"
Mario Hernandez  (MH): Hace un par de días escribiste un artículo sobre lo que denominás  un golpe blanco parlamentario y te interrogás: ¿Paraguay, otro Honduras?  
Guillermo Almeyra (GA): Honduras era el punto más débil  del Alba en Centroamérica. Tenía un presidente terrateniente, del  Partido Liberal, anticomunista, con un pasado sumamente conservador pero  que por razones de su propia evolución y políticas oportunistas, se  había hecho un poco más progresista y dependía del apoyo de Venezuela.  Fue fácil darle el golpe, simplemente lo echaron en ropa interior a  Costa Rica y así inauguraron el “golpe parlamentario”, que aparentemente  no lo era, por la supuesta legalidad que les daba el control del  Parlamento y ahora lo han aplicado de nuevo en Paraguay. 
El obispo Lugo, también un hombre del establishment,  porque para llegar a ser obispo en Paraguay tenía que tragarse muchos  sapos, se había hecho llamar el obispo de los pobres, de los campesinos y  daba una esperanza. No tenía partido cuando fue elegido presidente y  tuvo que apoyarse en el Partido Liberal Radical (PLR), un partido  conservador, liderado por terratenientes, por gente que lo odiaba y  quería desplazarlo inmediatamente. Desde el primer día le empezaron a  crear problemas buscando anularlo y al mismo tiempo reemplazarlo por el  vicepresidente que asumió ahora, Federico Franco. 
Lugo no tenía  en la Cámara casi ningún apoyo, ni en el Senado ni en diputados. Tenía  muy pocos diputados y por consiguiente todo el Parlamento en contra. 
EE.UU.  considera Paraguay un lugar estratégico fundamental, primero, es el  país más pobre y débil de Mercosur; segundo, es fronterizo con los dos  países más grandes: Argentina y Brasil, pero también con Bolivia, otro  país que quieren desestabilizar lo antes posible porque se les escapó  completamente de las manos. 
MH: Evo está denunciando un posible intento golpista 
GA:  El golpe en Paraguay forma parte de todo un plan estratégico. Tiene la  base militar norteamericana más grande de Sudamérica -Estigarribia- e  incluso habían conseguido prolongarla en el Chaco con el apoyo del  gobernador Capitanich, de modo tal que le dan una importancia muy grande  a Paraguay porque además es el control de la fuente de agua más grande  del mundo, el Acuífero Guaraní, pero también el control de las fronteras  de Argentina y Brasil y como te decía la posibilidad de derribar a Evo.  
El golpe fue fácil porque tenían mayoría absoluta en el  Parlamento, pero desprolijo como siempre, por su impunidad. Es imposible  que un golpe así no haya sido discutido antes con la Embajada de EE.UU.  porque la derecha paraguaya, como la de todo el mundo, no da un paso  sin discutirlo con EE.UU. Además, porque sabían que iban a ser separados  del Mercosur que les puede cortar los víveres cerrando sus fronteras, y  de darse el caso, Paraguay pasaría a depender estrictamente de EE.UU. 
Es  un golpe contra todos, contra la democracia en América Latina, contra  el Mercosur, contra la Unasur. No olvidemos que Lugo iba a ser el  próximo presidente pro tempore de la Unasur y justamente en ese  momento dan el golpe. En particular, es un golpe contra los movimientos  de masas, contra los campesinos. 
MH: Me llamó la atención el  final de tu artículo porque ponés el acento en que el factor que puede  revertir el golpe es el campesinado paraguayo, incluso señalás textual:  “dadas sus tradiciones recurriendo a las armas” 
GA:  Los campesinos paraguayos como todo campesino de monte tienen machete y  carabina que es muy poco frente al Ejército paraguayo que de todos modos  está bastante mal armado. Por lo menos tienen los elementos de  autodefensa. Ya hubo expresiones de guerrilla no muy claras en el  sentido que no se sabe muy bien quién esta detrás ni por qué, además las  magnificaron para tratar de voltearlo a Lugo, pero hubo expresiones de  esos movimientos guerrilleros. 
Las ocupaciones de tierras se  hacen en buena medida armadas frente a los terratenientes que tiene sus  capangas, matones armados poderosamente, que son en general  expropiadores brasileños y paraguayos de tierras fiscales, sojeros, que  ocupan buena parte del Paraguay. Entonces hay formas de autodefensa. 
Los  campesinos tenían esperanza en Lugo. Luego los desilusionó porque en  parte no pudo hacer nada y, por otro lado, no quiso. Ahora está hablando  de resistencia y eso va a dar un eje a la protesta popular. 
MH:  Hubo un cambio en la actitud de Lugo que el viernes decía que se  sometía a la decisión del Congreso y ahora llama a una resistencia  pacífica 
GA: La primera actitud fue un balde de agua fría. 
MH:  Incomprensible después de que Dilma Rousseff había sugerido la  expulsión de Paraguay del Mercosur y la Unasur. Después de un respaldo  tan fuerte, tan importante 
GA: Lugo demostró una  debilidad enorme. Ni siquiera tendría que haber enviado a sus abogados  al Congreso, sino denunciarlo por ser una maniobra golpista y quedarse  con toda la legitimidad como presidente. 
MH: El Vaticano fue el primer estado que reconoció al gobierno golpista 
GA:  El Nuncio estaba también metido en el golpe y toda la jerarquía  eclesiástica que odiaba a Lugo también apoyó, como lo hicieron en  Honduras. Lugo era para la clase dominante, de la que había formado  parte y con una posición destacada porque era un obispo, un traidor a su  clase, así que lo odiaban. 
Debilitar a los trabajadores organizados es un plan estratégico
MH:  Quiero aprovechar la entrevista para consultarte por el paro y  movilización del día de hoy a Plaza de Mayo convocado por Moyano.  ¿Querés cerrar lo de Paraguay? 
GA: Me parece que ahora  lo fundamental es, por un lado, defender la democracia, incluso con  Lugo; por otro lado, no ser dependiente de éste y tener una organización  propia de los movimientos de masas porque Lugo es vacilante y  conciliador y es indispensable que se comprenda que la democracia no la  va a defender Lugo sino la fuerza de los trabajadores del campo y la  ciudad. Sus organizaciones, su capacidad para organizarse, de cortar  rutas, de hacer huelgas, de rechazar medidas, es lo que realmente asusta  a los golpistas. 
MH: Vi que comparás el conflicto entre el  gobierno y camioneros con lo que fuera el de Margaret Thatcher contra  los mineros en Inglaterra en los 80. Creo que esta comparación merece  una aclaración. 
GA: El sindicato minero de Inglaterra  era un sindicato burocratizado pero al mismo tiempo estratégico, un  sindicato tradicional, participante en grandes luchas, poderoso, en la  minería que era un área económica importante para Inglaterra en ese  momento. 
El sindicato de camioneros de Argentina está conducido  por Moyano burocráticamente que convoca a la marcha por su cuenta, que  decide cómo va a ser el acto, no negocia con nadie, no pregunta, hace  todo como si fuera el dueño del movimiento obrero. También la Presidenta  actúa como si fuera la dueña del país. Camioneros es un sindicato  estratégico desde que se acabaron los ferrocarriles gracias a Menem, es  el sindicato que transporta la soja a los puertos, las mercancías de  exportación y trae los insumos. Es fundamental. Golpear al gremio más  fuerte como hizo la Thatcher con los mineros, es golpear al conjunto de  los trabajadores, debilitarlos. Aunque los sindicatos representen a solo  un sector y no a los trabajadores que están en negro, desocupados,  etc., es la fuerza organizada que tiene una parte de la clase obrera con  la mayor capacidad de resistencia. Golpear a ese sector y crear las  condiciones para bajar los salarios reales, para abaratar la mano de  obra y facilitar las ganancias sobre todo en épocas de crisis, imponer  más poder patronal en las empresas, en las fábricas y en el país. Es un  plan estratégico. No por casualidad empiezan por los sectores que tienen  un papel central. 
Reagan lo hizo con los controladores aéreos  porque EE.UU. es un país tan grande que la aviación desempeña un papel  fundamental. Por eso empezó su gestión rompiendo el sindicato de los  controladores de vuelo. Es clásico. Acá no está en juego la figura de  Moyano ni el problema de la interna del PJ, aunque todo eso se mezcla,  sino el hecho que el movimiento sindical debe ser independiente del  gobierno y también democrático, pero para serlo primero tiene que tener  capacidad de resistir frente a la ofensiva de la patronal y el gobierno.  El problema de la burocratización de los sindicatos es el de la  capacidad de los trabajadores de sacarse de encima a los burócratas. 
MH:  No quisiera terminar la entrevista sin recordarte que hoy se cumple un  nuevo aniversario del 27 de junio de 1975 aunque creo que no te habrá  pasado desapercibido. Me refiero al paro nacional con movilización a  Plaza de Mayo que se conoce como “El Rodrigazo”. ¿Qué casualidad, no? 
GA: Sí, son esas ironías inconscientes de la historia. 
MH: Yo reparé en esto recién ayer. ¿La seguimos otro día? 
GA: Con mucho gusto.
Guillermo  Almeyra es doctor en Ciencias Políticas y maestro en Historia, recibido  en la Universidad de París VIII. Enseña Política Contemporánea en la  Universidad Nacional Autónoma de México y en el Posgrado Integrado en  Desarrollo Rural de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, en  el cual se especializa en movimientos sociales y en las consecuencias de  la mundialización. Es editorialista y comentarista internacional de La  Jornada. 
rCR
 
Comentarios
Publicar un comentario
Los que envían los comentarios son responsables del contenido.