UN TEXTO DE MARX OLVIDADO
UN TEXTO DE MARX OLVIDADO
Desde mi juventud uno de los aspectos que más admiré de Karl Marx fue su terrible ironía y sarcasmo frente a los sacrosantos valores “morales”, “científicos” y “estéticos” de la burguesía, se burló de ellos despojándolos de su pretendida justicia, verdad y belleza , mostrándolos al mundo, en su autentica dimensión explotadora y vil de los asalariados. Esta heroica actitud del Viejo Topo frente al omnímodo poder del capital, debe ser un ejemplo para los revolucionarios del planeta, el capitalismo con su vetusta y gastada superestructura, no tiene nada que ofrecer a la humanidad, especialmente su fétido “Derecho” que se levanta como un monumento atroz y apologético de la injusticia. Por el contrario, cojamos estos inmundos excrementos ideológicos y lancémoslos en la cara de los burócratas representantes del poder, aun se autodefinan ellos, “revolucionarios de un Estado en transición”.
En meses pasados, me conseguí en una universidad donde trabajo, a una infatuada doctora-docente de “izquierda”, quien me manifestó era la directora de una revista oficial arbitrada, invitándome a escribir en ella. Me alegré muchísimo por mí (fue un egoísmo idealista), debido a que publicar un ensayo en este tipo de revistas, representa un mérito académico de valor imponderable y exclusivamente personal, ya que el sistema institucional no toma en cuenta en la práctica estos valores. Ingenuamente, (no sabía yo que lo que pretendía la arrogante profesora, era demostrar lo importante de su cargo), le entregué un ensayo en honor a Orlando Araujo, titulado “Relación entre el pensamiento de Orlando Araujo, Kiekergard y una ranchera mejicana”. Transcurrido el tiempo estipulado, al ver que no fue publicado la llamé y argumentó que el consejo de redacción de la susodicha revista del IPAS-ME, consideraba, al mejor estilo de las elites intelectuales de izquierda de la IV república, la no publicación del artículo, debido a que Kiekergard les resultaba sospechoso, por ser un filósofo existencialista cristiano, neohegeliano y no marxista. ¡Que sabios tan sabiondos!..., le riposté a mi “amiga” que según ese argumento inquisidor se debería execrar de las universidades a Hegel, quemando su obra por hereje.
Recuerdo aquella frase esgrimida por Marx en defensa de su maestro contra unos filosofillos burgueses detractores de Hegel: “Hegel no es un perro muerto”, con esta lapidaria expresión quiere ponderar Marx la vigencia del pensamiento fecundo de su dialéctico inspirador. En días recientes, el primero de mayo, al escuchar al presidente hablar sobre los aumentos de sueldo y la posible erosión de su poder adquisitivo debido a la inflación, comentó que promulgaría una ley en defensa del salario; lo cual me hizo recordar un texto olvidado de Marx( pido a los lectores que me ayuden a recordarlo) , donde el autor se burla de un hegeliano conservador, imbuido de la filosofía del derecho idealista(de la cual Marx es un detractor), que pretendía derogar la gravedad universal, mediante la promulgación de una ley jurídica. No, eso es imposible, la inflación en Venezuela tiene dos causas principales, en primer lugar, está motivada por la híper devaluación del bolívar frente al dólar recomendada por Giordani para incrementar el gasto corriente; en segundo lugar por la voracidad especulativa de los comerciantes quienes actúan como verdaderos parásitos sociales de los trabajadores. Solo podremos abatir el flagelo de la inflación, reduciendo la burocracia pública y sustituyéndola por una poderosa fuerza de trabajo comunitaria, agrícola e industrial con una formidable capacidad productiva.
Profesor y economista César José Burelli Valero.
Comentarios
Publicar un comentario
Los que envían los comentarios son responsables del contenido.