Artículo publicado el 29/12/2010
Es  de hacer notar que los leguleyos asesores jurídicos del neoliberalismo y  del capitalismo de estado, nos han atacado argumentando que no es igual  hablar de trabajadores contratado, tercerizados y trabajadores de  maquiladoras. nosotros les decimos, que son unos estúpidos o simplemente  unos redomados hipócritas; las diferencias entre los tres conceptos son  sutiles, mientras que la semejanza es casi idéntica y consiste en  reducir los costos salariales al capital, sometiendo al trabajador a la  más absoluta inestabilidad. 
La  figura del contratado consiste en el acuerdo pactado entre dos personas  (intuito personae, como se diría en jactancioso latín)) el trabajador y  el patrono, que puede ser este último un capitalista privado o el  estado (que también es capitalista aunque proclame lo contrario). Lo  cierto es que este tipo de trabajador no es permanente y posee menos  derechos del que si lo es. 
El  trabajador tercerizado, también firma un contrato con una empresa que  llamaremos" a ", y esta suscribe otro con una empresa de mayor cuantía  económica que llamaremos "b”. El trabajador presta sus servicios a la  organización "b" pero quien le paga es "a", que por lo general no tiene  suficientes activos que puedan ser embargados por el trabajador, es  decir, el verdadero laberinto del minotauro donde el trabajador pierde  su vida entre sus vericuetos legales. 
El  trabajador de las maquiladoras, por lo general no firma un contrato, el  pacto es verbal. es de hacer notar que una maquiladora es una factoría  perteneciente a una trasnacional que se ubica en un territorio alejado  de su casa matriz, para aprovechar" las ventajas comparativas” de la  región : bien sean los recursos naturales, acceso al mercado, mano de  obra barata, etc.las maquiladoras cuando se asientan en un país  subdesarrollado, pactan con los gobiernos lacayos la no aplicabilidad de  las leyes laborales de la nación receptora de tan " magnífica"  inversión(a los obreros de las maquilas se les paga a diario y no tienen  derecho a ningún beneficio, ni siquiera a enfermarse). 
Señores  mafiosos del sindicalismo universitario, patrones privados chupa sangre  y burócratas tartufos del estado, nosotros si sabemos en que consisten  los conceptos que usamos los profesores contratados, no pueden  engañarnos con palabrería jurídica. en las universidades privadas se usa  sin prejuicio la tercerización, al profesor le paga una segunda  empresa, debido a que la empresa principal ( universidad o colegio  universitario), es declarada cínicamente por parte del estado como  “organización sin fines de lucro”, es decir que ni siquiera pagan  impuestos al fisco. En las instituciones universitarias del estado el  90% de los docentes son contratados sin derecho al ascenso por escalafón  (léase con bajos sueldos) porque el estado tiene más de 20 años sin  abrir los concursos, sólo los ha abierto a sus adláteres. En síntesis  los docentes universitarios contratados de la empresa privada y al  servicio del estado, somos tratados como peones de maquilas. 
Si  el estado venezolano cerrara la defensoría del pueblo, insectoría del  trabajo, tribunales de lo contencioso administrativo y del trabajo; no  ocurriría nada, por el contrario el estado tendría un ahorro para  invertir por ejemplo en viviendas para el pueblo; retamos a los  ministerios del trabajo y de justicia a que muestren estadísticas, las  pocas veces que un trabajador le gana a un patrono es porque este último  es un empresario pequeño o mediano, pero jamás a una corporación  trasnacional( estas asesinan lideres sindicales impunemente) o  institución del estado. 
Los  padres de la revolución, Marx y Bakunin, siempre fueron ilegalitas e  irreverentes contra el orden burgués establecido, o también llamado  estado de derecho. 
Una revolución no se hace con leyes, se hace con la voluntad que nace de la justicia social. 
 
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