¿El IVA es un impuesto socialista?
Por: Nicmer N. Evans        
Fecha de publicación: 15/12/10
(En  el marco de la aprobación de la Ley Habilitante, necesaria para atender  la emergencia estructural develada por las lluvias en nuestro país y  generada  por el capitalismo, el presidente ha planteado el aumento del Impuesto  al Valor Agregado o IVA. En este sentido, el 27 de marzo de 2009  publiqué en Aporrea.org este artículo, que vuelvo a hacerlo público para  ratificar cada una de sus partes.)
La  crisis financiera y económica mundial ha llegado a las puertas de  nuestra economía, a pesar del blindaje de nuestra estructura financiera,  con base en medidas que fueron dirigidas a tiempo para evitar que  capitales golondrina o colocaciones en entidades financieras debilitadas  produjeran alguna debacle en cadena, y a pesar de las previsiones en el  fortalecimiento de nuestras reservas internacionales y el mantenimiento  del control de cambio, la condición monoproductora sobre la cual se  soporta el Estado venezolano y gran parte de la economía privada de  nuestro país nos mantiene débiles ante un mercado petrolero tan volátil y  frágil de frente a la influencia de las trasnacionales y el control  imperial.  
Si  bien, se ha anunciado una crisis capitalista, lo que debería conducir  al emerger del socialismo como alternativa, esta crisis financiera y  económica en general, se ha convertido en una crisis de oportunidades  para el mismo sistema neoliberal, que ha tenido la capacidad de  adaptarse a las circunstancias y generar los mecanismos y las técnicas  pertinentes para hacer viables soluciones aplicables a los conflictos.
Mientras  tanto, el socialismo como alternativa ha servido como un orientador  ético para la crítica, pero no ha suministrado las herramientas para la  resolución del conflicto, teniendo que echar mano de modelos y técnicas  del mismo sistema neoliberal y capitalista. Es en este sentido que  preocupa que el país, esperanza del mundo para construir un verdadero  modelo alterno, en el marco del socialismo eche mano de una de las  técnicas más neoliberales y fondomonetaristas del mundo, el impuesto al  Valor Agregado (IVA), que no es más que un impuesta que sanciona tanto a  ricos como a pobres, y pone a pagar el déficit fiscal a los pobres,  porque al final, siendo los pobres la mayoría, son los pobres los que  mayoritariamente pagan el impuesto. 
Pero  no bastando con esto, se cae en el juego de la especulación en la  cadena de producción, ya que al pechar todos los productos con un mayor  porcentaje de IVA, esto repercute en una inflación artificial generada  por la misma política económico impulsada por el Estado, ya que el  impuesto afecta a las materias primas, a los servicios entorno al hecho  productivo y al producto final, pudiendo repercutir en por lo menos un  15% de aumento como consecuencia de las cadenas de producción afectadas  por el impuesto, y si a eso sumamos la cultura especulativa de nuestro  sector productivo privado, en no menos del 30% estamos afectado el  bolsillo de los pobres de nuestro país. 
Si  a esto le incorporamos el hecho de que este impuesto se había estado  reduciendo de un 16% progresivamente hasta haber llegado al 9% actual,  sin que ello hubiese contribuido a disminuir el valor de los productos  consumidos por el pueblo venezolano, estamos sirviendo el escenario para  un fuerte golpe a nuestros bolsillos, sin tomar en cuenta quien gana  más o quienes tienen mayores dificultades para sobrevivir o vivir bien.
Es  indudable que la crisis financiera y el garrafal error de haber  presupuestado el barril de petróleo en 60 dólares promedio, condujo a la  toma de medidas para la reformulación de los gastos del Estado, pero no  es más justo que se peche al que más percibe ingresos a través del  Impuesto Sobre la Renta, y que el sacrificio que debe brindar un sector  privado que en el proceso revolucionario se ha enriquecido aún más que  en los 40 años anteriores rindan tributo a estas extraordinarias  ganancias, qué decir del sector bancario que ha percibido las mayores  ganancias como sector económico en el país.
Es  incluso pertinente pensar en el establecimiento de nuevos impuestos al  uso suntuario y no tanto a la adquisición suntuaria, una alternativa que  realmente pecha al que más tiene, y no al que con esfuerzo logra  obtener algo para sobrevivir a cambio de la explotación de su fuerza de  trabaja mal valorada.
¿Es  el IVA un impuesto revolucionario, o es una salida tipo rápida o de  alta velocidad que indiferentemente de las connotaciones que conlleva,  permite evidenciar que el socialismo no tiene mecanismos propios para  responder a una crisis capitalista?, o ¿es el equipo del presidente que  anclados en visiones ortodoxas no pueden generar nuevas alternativas  ante una crisis ajena?, valore usted.
nicmerevans@gmail.com
 
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