MANIFIESTO DE LOS TERCERIZADOS

    “Proletarios del mundo, uníos, no tenéis nada que perder sino vuestras cadenas”. Esta frase escrita por Marx hace varios siglos conmovió y sigue estremeciendo los cimientos de la sociedad capitalista. Hoy podríamos relanzarla diciendo: Tercerizados del mundo capitalista globalizado, uníos.

    Las palabras de los adalides del proletariado Marx y Engels cobran plena vigencia hoy, porque el modo de producción capitalista actual, en su expresión más depredadora (explotación de los más débiles) que es el Capitalismo Financiero, ha creado unas relaciones sociales de producción que desde el punto de vista contractual y laboral, se expresan en una relación Capital-Trabajo donde se irrespetan totalmente los beneficios contractuales conquistados por la clase trabajadora a lo largo de sus luchas históricas; y esta perversa forma de explotación tiene un terrible nombre, Tercerización. Este es el caso de los profesores Universitarios, quienes constituyen el eslabón más débil dentro de la relación laboral de nuestras universidades, tanto públicas como privadas.

    El modelo de capitalismo neoliberal, ha impuesto un sistema de híper explotación o de extracción de plusvalía a escala planetaria a lo cual no escapa nuestro continente y específicamente Venezuela, a pesar de los esfuerzos del Presidente Hugo Chávez, por erradicar esta horrenda forma de explotación, tal como lo demuestra el pase a cargos fijos de los trabajadores tercerizados de PDVSA y SIDOR. Sin embargo, funcionarios de la Derecha Endógena, en nuestro país, siguen avalando esta terrible forma de explotación, como es el caso del Sistema de Educación Universitaria en Venezuela, donde se mantiene en la condición de contratados a miles de profesores que no poseen los derechos o beneficios (cesta tickets, caja de ahorros, prestaciones sociales, escalafón,etc .), de los profesores ordinarios, este hecho demuestra que existen sectores contrarrevolucionarios enquistados en funciones de poder (quinta columna) interesados en mantener una división de intereses entre los trabajadores docentes, separando entre profesores ordinarios con privilegios basados en una caduca y retrograda estructura que contempla el Ministerio de Educación Universitaria denominada OPSU y CNU quienes determinan los sueldos y las posibilidades para ingresar de los profesores, la UNESR no escapa a esta terrible situación, debido a que su cuerpo docente está constituido en un 70% por los llamados profesores tercerizados, sofisticadamente denominados Honorarios Profesionales (HP).

    Es de hacer notar, que cada vez que se aproxima un proceso referendario en nuestro país, los altos burócratas de la educación universitaria (ministros, viceministros, rectores, etc.), se comportan como vulgares vendedores de ilusiones, pretendiendo engañar a nuestros sacrificados y honestos contratados.

    En base a todo lo mencionado anteriormente, le pedimos a la Asamblea Nacional que modifique la Ley de Universidades y eliminen esas figuras oprobiosas de OPSU y CNU, así como también le solicitamos al Presidente Chávez que destituya al Ministro de Educación Universitaria (MEU), por no dar la talla en la solución de los graves problemas que presentan actualmente muchas Universidades Públicas, donde se mantiene la sobre explotación de los profesores tercerizados al no incluirlos en nómina ni abrir los concursos( en el caso de los contratados con muchos años, se les debe pasar a ordinarios de inmediato), lo que realmente sería una forma de hacer justicia a dichos trabajadores; así los HP estarían en igualdad de condiciones a los profesores ordinarios, porque en última instancia realizan las mismas actividades y con el mismo esfuerzo, de esta manera se estarían estableciendo las bases para la construcción del socialismo en las Universidades públicas, especialmente en la UNESR .

    Un fantasma recorre las universidades, es el fantasma de los explotados tercerizados.

PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS.

GRUPO “PENSAMIENTO CRITICO SIMON RODRIGUEZ”

Prof: José Figueroa, Víctor Palacios, Rafael H. Martínez y César Burelli.